La Lechuga

La Lechuga

Custodia de la iglesia de San Ignacio de Bogotá
“La Lechuga”
La joya barroca del arte colombiano


 

La Lechuga

La historia

  • Durante el siglo XVIII, como se observa en esta custodia, se incrementa el adorno y la dimensión de las piezas litúrgicas.
  • Protegida por los sacerdotes de la Compañía de Jesús, esta custodia logró superar la expulsión de los jesuitas de los dominios españoles ordenada por Carlos III en 1767, la segunda expulsión dispuesta por José Hilario López en 1850 y la tercera expulsión a manos de Tomás Cipriano de Mosquera en 1861.
  • En 1985 el Banco de la República la compró a la Compañía de Jesús.
  • Salió por primera vez del país en enero de 2015 para ser expuesta en el Museo del Prado.

Custodia de la iglesia
de San Ignacio de Bogotá.
“La Lechuga”

FABRICACIÓN: Entre 1700 y 1707 por el orfebre José de Galaz
ALTURA: 80 centímetros
PESO: 8850,3 gramos
TÉCNICAS: Incorpora variadas técnicas orfebres: burilado, martillado, repujado y  fundido

Denominada popularmente como 'La lechuga' por el intenso color verde de sus esmeraldas

SUS PIEDRAS

Cruz con esmeraldas y, como decoración, rodeando este sol, figuras de hojas de vid y de pequeños racimos de uvas, símbolos de Cristo y la eucaristía.


Un sol decorado con 22 rayos mayores ondulantes que rematan en pequeños soles adornados con esmeraldas y 20 rayos menores que rematan en perlas barrocas.


Esta es la parte más importante de la custodia, pues está destinada a exponer a la vista de los fieles, dentro del habitáculo o viril bordeado también por perlas y 63 rayos, la sagrada hostia.

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Las piedras

En total son 1.759 piedras preciosas de la mayor calidad, engastadas en un tabernáculo móvil hecho con nueve kilogramos de oro de 18 quilates, de estilo barroco.

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Se observa la figura de un ángel con las alas extendidas y los brazos elevados que sostienen el sol. Este tipo de imaginería fue característica de la Compañía de Jesús, comitente de la custodia, que usó las representaciones angélicas como estandarte de su evangelización en América.


Dos nudos abarrocados de donde, con toda seguridad, el sacerdote tomaba la custodia para elevarla y mostrarla a los fieles.


Finalizando se encuentra la peana, que constituye la base de la custodia, con ocho lóbulos. Ahí el orfebre remató su obra con una decoración de hojas de acanto y nuevamente hojas de vid y uvas donde, además, se observan, como soportes de la custodia, algunas figuras zoomorfas y querubines intercalados.


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