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El Estudio

Man Ray Studio, 8 th street, New York, ca. 1920
(Poco después de separarse de su mujer, Donna, y abandonar su trabajo) Al pasar junto al reloj registrador fiché con una tarjeta perforada y tiré la puerta al salir. Fui paseando por despacio por Broadway, en dirección a la calle octava. Fue un paseo largo; tenía mucho tiempo para planear el siguiente movimiento. Una vez en casa, subí el primer tramo de las escaleras y me detuve junto a la puerta de la casera. Entré y le dije que el desván se me quedaba pequeño. Tenía entre manos un trabajo importante y necesitaba un espacio más amplio. La casa de al lado era suya, tenía algo libre que pudiera alquilarme? Dijo que no exactamente, salvo un sótano en la parte de atrás que le servía de almacén. Podía limpiarlo. Era muy espacioso y tenía una chimenea muy grande. Me pidió poco por el alquiler. Le pagué un mes por adelantado y le pedí que lo tuviera listo en un par de días. (...) Puesto que ella (Donna) no era capaz de decidirse o, mejor dicho, había decidido hacer lo que le viniese en gana, me marchaba y dejaba el apartamento. (...) Observó que no tenía recursos suficientes. Le expliqué que también me había ocupado de eso, que acababa de dejar mi empleo. Puesto que a ella no le preocupaba el futuro, a mí tampoco. A partir de ese momento tendría toda la libertad del mundo, quedaría libre de mi jefe y de mi mujer.

Man Ray, Autorretrato continuar

No nos hacemos responsables de los objetos dejados durante más de treinta días
"Al día siguiente [de mudarme al estudio] me levanté temprano y bajé a hablar con la casera, que ya tenía a alguien en el sótano sacando los trastos y colocándolos provisionalmente en el vestíbulo. Seleccioné algunas cosas que podrían servirme y le pregunté si podría quedarme con ellas: varias sillas, una mesa, un somier y un colchón. Conservé también un par de maniquíes antiguos, como sucedáneos de la compañía humana. Me quedé también con un viejo rótulo que había en la pared: No nos hacemos responsables de los objetos dejados durante más de treinta días. Se me ocurrió que más tarde lo cambiaría por algo como: Los objetos dejados no nos hacemos responsables de durante más de treinta días. Nunca llegué a hacer el cambio, pero me bastó con imaginarlo."
Man Ray, Autorretrato

El tema de mis nuevos trabajos (alrededor de 1916) eran formas pseudomecánicas, más o menos inventadas, que sugerían artilugios geométricos ni lógicos ni científicos. Eddy no reaccionó. La deliberada frialdad y la precisión del trazo parecieron dejarlo completamente frío.
Man Ray, Autorretrato, p. 87

By Itself II, ca. 1917, escultura
Man Ray realizó luego una fotografía de esta escultura en la pared, e hizo una nueva versión abstrayendo las líneas, y creando una especie de dibujo fotográfico. Después, a partir de esa fotografía, realizó una aerografía de evocaciones cubistas, en 1919. Escultura, luego fotografía y luego dibujo, ejemplo de las maneras como una misma idea reencarna en la obra de Man Ray.

La luz
"En mi nuevo trabajo siento que he llegado al clímax de las cosas que vengo buscando por 10 años - nunca he trabajado como lo he hecho este invierno, me liberé del pegajoso medio de la pintura, y estoy trabajando directamente con la luz. Encontré una nueva manera de grabarla. Los temas nunca estuvieron tan cerca de la vida como en mi nuevo trabajo, y nunca fueron trasladados tan completamente al medio."
Man Ray a Ferdinand Howald, 5 de abril 1922

"Intento que mi fotografía sea automática, usar mi cámara como usaría mi máquina de escribir con el tiempo lo lograré."
Man Ray, Autorretrato

"La máquina se ha convertido en mucho más que un anexo de la vida, es realmente una parte de la vida humana quizás su alma misma."
Picabia

Eastman Duplitized X-Ray Films
Qué hacían estas películas de radiografía en el estudio de Man Ray? Razones médicas? Algún experimento? No deja de ser significativo que sus futuras rayografías surgen de un procedimiento análogo al de las radiografías. Así describió las rayografías Tristan Tzara, entusiasta de las mismas desde un primer momento:
"Cuando todo lo que llamamos arte se cubría con reumatismo, el fotógrafo iluminó las millones de luces de su lámpara, y el papel sensible las absorbió por grados el negro de los cortes de algunos objetos comunes... la deformación mecánica, precisa, única y correcta, es montada, suavizada, y filtrada como la punta de un pelo a través de una peinilla de luz." Tzara, "Photographie a l'envers" en Man Ray, Les champs delicieux

Duchamp
Una noche, después de salir del club de ajedrez, durante la época de la Ley Seca, hicimos la ronda de los cafés, llevando nuestro propio alcohol. Ya amanecido el día, Duchamp intentaba para un taxi en la Quinta Avenida agitando una botella. Nadie paraba. Me lo llevé a casa y nos quedamos dormidos. (...) Cuando Duchamp se levantó, salimos a almorzar. Me dijo que pensaba marcharse pronto a Paris y le prometí que haría un esfuerzo para acompañarlo, quizás en un par de meses. (...) Veia muy poco a Donna. A Esther la metieron interna en un colegio que estaba lejos, y venía una sóla vez al mes. Pensé que sería bueno distanciarme un poco de todo. (...) Hice algunas escapadas más de fin de semana, pero me notaba cada vez más inquieto. Tenía que marcharme más lejos: a París.
Man Ray, Autorretrato

El ajedrez
"Soldatenkov, el maestro ajedrecista, ocupaba una mesa con su joven y guapa mujer estadounidense. De pronto hubo gran revuelo, cayeron los platos al suelo y se volcó una mesa, mientras Soldatenkov agarraba del cuello al ex marido de Elsa y lo ponía contra la pared. (...) Cuando los jugadores subimos al club, Soldatenkov me presentó a su mujer. Más tarde los invité a mi estudio para retratarlos. (...) En el estudio tenía un tablero de ajedrez con una de mis primeros diseños para una serie de piezas poco ortodoxas, simples formas geométricas. El maestro me preguntó si pretendían ser figuras de ajedrez y, cuando asentí, me propuso que jugáramos una partida. Tardó diez minutos en derrotarme. Me sentía contento, y le pregunté si le parecía que el diseño era cómodo, si sería aceptado por los jugadores. Respondió que las piezas eran lo de menos, que él podía jugar con botones y hasta sin piezas. Entonces sugirió lo siguiente: él se pondría de espaldas y yo le iría anunciando mis movimientos, para que él respondiese. No acepté el reto y llegué a la conclusión de que los ajedrecistas eran insensibles a la forma."
Man Ray, Autorretrato

Calle 11 # 4-21 (Frente a la Biblioteca Luis Ángel Arango)
Lunes a sábado de 9:00 a.m. a 7:00 p.m.
Domingos y festivos de 10:00 a.m. a 5:00 p.m.
Cerrado los martes

Curaduría: Marisa Oropesa
Museo de Arte del Banco de la República
Desde octubre 15 hasta febrero 7
Entrada gratuita

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Todas las imágenes: © MAN RAY TRUST / ADAGP, Paris, 2010  |  © 2010 Banco de la República