ENTREVISTA

Pensar con las manos - Entrevista retrospectiva de María Wills

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MW: En muchos casos embarcarse en un proyecto contemporáneo es muy complejo e implica trabajar con un gran equipo que tenga una variedad de conocimientos. ¿En tu caso, hay un momento en el que empiezas a involucrar a otras personas para trabajar contigo?

OM: Desde que empecé a trabajar en las Cortinas de baño, a veces involucro a alguien para la producción, las cortinas no las podía hacer solo. En mis últimos trabajosde video tengo que contar con personas que saben de edición, sonido, iluminación, etcétera. Sin embargo, mi taller siempre tiene el aspecto de un taller de impresión, no me llama mucho la atención tener una superestructura de gente trabajando a no ser que llegara a ser necesario. Todo mi trabajo, sea el que sea, ha pasado por un tiempo de mirarlo, de pensarlo, y contiene una experiencia cercana con la etapa de elaboración, pero en donde me involucro emotivamente también.

El libro El artesano, de Richard Sennett, fue para mí una revelación, al encontraruna persona que me hablaba con esa lucidez de algo que yo experimentaba, pero que era incapaz de discernir de un modo tan sencillo: las manos piensan. Las manos que hacen cosas piensan al procesar los materiales; estos procesos artesanales enseñan también y la experiencia con el hacer es conocimiento.

En un capítulo que él llama "Las reparaciones", en relación con los modelos demaniobra y consumo del capitalismo, dice que es una actividad cada vez más en desuso. Distingue reparaciones pasivas, como por ejemplo sustituir un fusible a un aparato que dejó de funcionar, de las reparaciones activas que pueden alterar o modificar el funcionamiento del aparato para que ejecute algo que no hacía antes. Siento que mis trabajos funcionan después de pequeñas "reparaciones" a los sistemas de elaboración y de impresión convencionales que he aprendido.

MW: Es que en tu trabajo no se pueden desvincular las ideas detrás de la obras que, resumiendo, se relacionan con diversos temas como la identidad, la memoria, el olvido, además de los procesos manuales que realizas con el polvo, elagua, el vapor, el calor, la huella y, en general, con el cambio de la materia quetiene un componente primigenio, elemental. Esta constante le da una coherencia inmensa a tu obra.

OM: Digamos que esa cuestión de la memoria está relacionada con el hecho aparentemente inocuo del hacer, digamos al dibujar o al escribir, que la tinta seseque en el papel. Se podría pensar que esto no tiene nada que ver, pero encierraprocesos de conocimiento el hecho de que exista una hoja absorbente y blanca como soporte y una tinta líquida que se seque y se fije y finalmente se consolide como un documento. Las decisiones del medio y del soporte son fundamentales para el resultado. No es lo mismo hacerlo con lápiz que hacerlo con tinta, con papel o con agua, con fuego.

MW: Esta curaduría sobre tu obra precisamente es una exploración por ese camino; sobre la relación del material con el soporte, digamos, de lo fotográfico que desaparece, de la imagen que fluye, pero también de la impronta, de la huella que creas en soportes no convencionales. ¿Cómo es el proceso entre una idea y una obra terminada?

OM: La mayoría de mis series se relacionan con materiales pulverizados como el carbón, el azúcar, la arena. He tenido que pasar por muchos fracasos para llegar a unos pequeños logros. Mis obras, desde los años ochenta, van en una búsqueda no tan clara, no hay algo definido. No tengo una idea preconcebida desde el comienzo, que desarrollo y termino. Nunca tengo muy claro cómo van a funcionar las cosas, adónde me llevarán y una cosa que deshecho en un momento la puedo retomar mucho tiempo después. A medida que voy haciendo las voy tratando de comprender. Hay un desarrollo del pensamiento que se da en función de lo manual. Por esto me interesa en este punto de mi vida hablar de los procedimientos. La emoción está en la relación entre el proceso y la cosa. Con el pensamiento relacionado con los procesos.

MW: Por otro lado, quisiera hablar de tu paleta de color, tu obra es casi toda en blanco y negro. ¿Esto tiene que ver con tu daltonismo? ¿Como es tu visión, ves en tonalidades?

OM: No creo que tenga nada que ver. Todos los colores los veo, pero por mi condición sí hay un mundo vedado para mí. Me encanta el sentido del color que tienen ciertas personas, pero la visión de los colores es una clase a la que no puedo entrar, en la que no estoy matriculado. En realidad, no los puedo identificar, no sé si un color es azul o verde o violeta. Los nombres de los colores en este sentido no son relevantes y esto no me genera problemas, es más una relación entre tonalidades.

MW: ¿El interés en la paleta monocromática entonces podría venir de una afinidad con las imágenes clásicas y el proceso de la fotografía en blanco y negro?

OM: Es evidente que mi trabajo en su mayoría es monocromático. Ahora, yo tengo obras donde no quiero evitar el color, como por ejemplo en El juego de las probabilidades. No tenía sentido suprimir todas esas variables de tonalidades de los fondos de los retratos, ni los colores de la piel, de las camisas, etcétera. Son fotos de carnés, de documentos de identidad que he tenido a través de los años, la idea no era solo mostrar los tiempos y los cambios en mi fisonomía y en mi piel, sino también incluir una parte de la historia de los procesos de la práctica fotográfica y para esto el paso del blanco y negro al color saturado tipo foto Japón era un componente clave.

En A través del cristal también trabajé sobre fotografías a color. Obviamente, una gran cantidad de mis obras de video como Retrato, Proyecto para un memorial, Narcisos, Biografías son hechas a color, pero no es protagónico porque las imágenes están generalmente sobre fondos grises o blancos. Por el contrario, en la obra Línea del destino, con el blanco y negro me interesaba aludir al revelado analógico de una fotografía, un velado hacia el blanco donde el protagonismo está en el intento de aprehender una imagen que no se consolida. Uno de mis últimos trabajos en video, Fundido a blanco, es un retrato en movimiento de mi padre, un viraje al blanco, pero realizado en video a color.