Fundido a blanco (dos retratos), 2010

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Ambulatorio

Video HD 7'40", sonido

Fundido a blanco (2010) es una obra muy personal y autobiográfica, un retrato familiar (con Muñoz, tras la cámara, conformando el tercer vértice de un triángulo temporal que incluye a su padre y a su madre), un memorial. La intensa luz que ilumina la escena, más que aclarar los rasgos, los hace imprecisos y etéreos. Muñoz se ha referido a la luz intensa de Cali a cierta hora del día, en donde pareciera que la gente "se desintegrara", y también al brillo cegador del sol cuando salía de ver películas en el Cine Club de Cali. El personaje central de Fundido a blanco se duerme por momentos, entra en la luz. En vez de fijar al personaje en un momento preciso de su existencia, como lo hacen el retrato fotográfico o la instantánea, Muñoz propone un retrato que se desarrolla en el tiempo. Fundido a blanco es una de las obras más conmovedoras de Muñoz, una imagen que nos toca. Tal vez su fuerza radique en que por primera vez en su extenso trabajo, nos estamos enfrentando a un sujeto real, no a la representación genérica del sujeto.