Impresiones débiles, 2011

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Ambulatorio

Impresión con polvo de carbón sobre metacrilato

Las primeras imágenes logradas por Niépce, proto-fotografías que no lograban mantenerse íntegras como imagen debido a que la luz que las había creado seguía incidiendo sobre ellas, terminaban por sucumbir a la oscuridad en un inexorable fundido a negro. Es lo que sucede en la técnica fotográfica análoga cuando una foto no se lava bien y el revelador sigue actuando, o cuando el papel fotográfico es expuesto directamente a la acción de la luz. Pero la imagen también puede hacer un tránsito hacia la claridad. En Impresiones débiles, Muñoz toma fotografías con una fuerte carga histórica y las somete a un proceso de indefinición formal que recuerda aquellas fotos "lavadas" en las cuales la sobreexposición a la luz deteriora la imagen hasta hacerla apenas perceptible. Las obras que conforman la serie son en realidad grabados, más que fotografías, pues se trata de serigrafías realizadas con polvo de carbón sobre acrílico. La distancia variable entre el tamiz de serigrafía y el soporte permiten singularizar en cada impresión un sujeto diferente de la fotografía original, para que aparezca con mayor definición que el resto. Esta "oscilación de foco" que se percibe en la serie cuestiona otra de las supuestas características esenciales de la fotografía: la sistemática objetividad técnica de la cámara frente a los sujetos capturados por la lente.