Pueblo

“Entiendo por europeos no sólo los que han nacido en esa parte de la tierra, sino también a sus hijos que, conservando la pureza de sus origen, jamás se han mezclado con las demás castas. A éstos se les conoce en la América con el nombre de criollos, y constituyen la nobleza del nuevo continente cuando sus padres la han tenido en su país natal. De la mezcla del indio, del europeo y del negro, cruzados de todos modos y en proporciones diferentes, proviene el mestizo, el cuarterón, el mulato, etc., y forman el pueblo bajo de esta Colonia”.

Francisco José de Caldas
Estado de la geografía del Virreinato de Santafé de Bogotá
1807

“Los pueblos son la fuente de la autoridad absoluta. Ellos se desprendieron de ella para ponerla en manos de un jefe que los hiciera felices. El Rey es el depositario de sus dominios, el Padre de la Sociedad y al árbitro soberano de sus bienes. De este principio del Derecho de Gentes resulta que todos los pueblos indistintamente descansan bajo la seguridad que les ofrece el poder de su Rey, que este como padre general no puede sembrar celos con distinciones de privilegios, y que la Balanza de la Justicia la ha de llevar con imparcialidad”.

Ignacio de Herrera y Vergara
Reflexiones que hace un americano imparcial al diputado de este Nuevo Reino de Granada…
1 de septiembre de 1809

“Con estos antecedentes, y con otros que se omiten, el Pueblo por estúpido que fuese no habría temido su próxima esclavitud, y el ser vendido cargado de cadenas a otros enemigos de su religión, de su príncipe y de su patria, y de todo lo más sagrado que el hombre tiene sobre la tierra.
Resolvióse al fin a asegurarlo todo; mudó en un instante la forma de su gobierno con sólo la prisión de nueve individuos con el mejor orden, al mayor silencio, y respetando las vidas y los intereses de sus propios enemigos. Juró por su rey y señor a Fernando VII, conservar pura la religión de sus padres, defender y procurar la felicidad de la patria, y derramar toda su sangre por tan sagrados y dignos motivos”.

Manifiesto del Pueblo de Quito
10 de agosto de 1809

“…este Pueblo fiel y generoso, si escucha con amor la voz de su personero, debe prestar al Tribunal de Regencia homenajes de respeto y obediencia, [para que] no se crea que trata de romper los estrechos vínculos que ligan el continente americano con el español europeo. Obedezcamos pues, juremos, tributemos rendidos obsequios de amor y respeto al cuerpo representante de la Soberanía. De esa suerte nuestro voluntario y espontáneo consentimiento lo revestirá de acto con carácter legalmente sancionado”.

Acta de la junta extraordinaria de Santiago de Cali
3 de julio de 1810

“Costó mucho para reprimir el valor del pueblo, y poniendo en gran peligro la vida; pero el día 10 por la mañana, cuando vio manchadas las calles con la sangre inocente de diez hombres que murieron a balazos, entró en tal furor, que sin embargo de que el corregidor se hallaba sitiado en el convento de capuchinos, donde se le recibió al amanecer, que no tenía agua ni esperanza de salvarse, trataba la multitud de tomar el convento por asalto y pasar a cuchillo a cuantos encontrase; la acción habría sido muy sangrienta, y para evitarlo se intimó por los alcaldes que los sitiados se rindiesen a discreción, lo que ejecutaron”.

Acta de formación de la Junta de la villa del Socorro
11 de julio de 1810

“…los habitadores de Santa Fe se gobernaban con un arriador, porque eran perros sin dientes, y que como ovejas se dejaban degollar sin quejarse. Así había producido varias veces... que de repente se le volvieron lobos.

Comenzaron a pedir con instancia que les echasen los grillos a Frías y a Alba; no hubo remedio; les echaron grillos, pero el pueblo quería satisfacerse y así pidieron que los querían ver; se abocan todos frente a la cárcel de corte; gritan que si están ya con los grillos, que los saquen al balcón que los quieren ver. A esto se presentan en el balcón tres eclesiásticos que fueron: el canónigo don Martín Gil, el cura de la catedral don Nicolás Omaña y don Francisco Javier Gómez; cada uno por sí hizo al pueblo una larga arenga, para disuadir al pueblo de su empresa, pero el pueblo no daba más respuesta que era: ¡No, no, no, que salgan, que los queremos ver! En estos debates se anocheció, y el pueblo comenzó a decir que encendiesen luces, lo que se ejecutó al momento.
Los sacaron por fin, uno a uno; lo que temían era que el pueblo fuera a hacer algún desmán, como tirarles algún balazo, o piedra, o injuriarles, lo que ofreció el pueblo de no hablar palabra, ni hacer ninguna acción indecorosa, lo que se cumplió con un silencio admirable”.

José María Caballero
Diario Político de la Independencia
Refiriéndose a los eventos del 22 de julio de 1810

 

 

“Nada habrías hecho, generosos popayaneses, si creyéndoos solos en el vasto distrito del Reino y de toda esta Provincia, olvidaseis que sin la unión no hay fuerza, ni representación política, ni prosperidad común e individual. Los Pueblos que nos rodean, esos Pueblos amigos que tienen tan íntimamente ligados sus intereses con los nuestros, tienen también los mismos derechos que nosotros para mirar por su conservación y su seguridad; desaparezcan para siempre cualesquiera ideas de preferencia y los celos peligrosos, que más de una vez han precipitado la ruina de muchas naciones colosales. Si el imperio de las circunstancias nos ha obligado a formar provisionalmente una Junta de Salud y Seguridad Pública, no ha sido para extender miras inútiles y de supremacía sobre los Pueblos del distrito, tan libres como nosotros para constituir, unidos, la forma de gobierno que pueda convenirnos”.

Proclama de la Junta Provisional de Salud y Seguridad Pública
Popayán, 14 de agosto de 1810

“Convencido el pueblo de Quibdo de la legalidad y necesidad del sistema de gobierno que las demás han adoptado, se dirigió con la mayor tranquilidad la noche del 31 de agosto a la casa del capitán de caballería don Juan Aguirre, gobernador entonces, y expuso por medio de su cura, doctor don Manuel Borrero, que su voluntad era adherirse al sistema de gobierno de Santafé, estableciendo una Junta en los mismos términos que aquella le ha formado. En efecto se resolvió de común acuerdo que al día siguiente se convocase al vecindario a las 9 de la mañana, para que eligiese con entera libertad los sujetos que debían componerla […] Finalizado este acto, los señores electos prestaron ante el pueblo el juramento de cumplir exactamente las obligaciones de los destinos que se le habían confiado, e impuesto aquel de las que habían contraído juró también obedecer sus mandatos. En seguida el gobernador don Juan Aguirre entregó voluntariamente el mando, y fue tratado con todo el decoro correspondiente a su antigua dignidad, y a los nobles sentimientos de todos los habitantes de esta Provincia.”

Noticia de la Junta de Quibdó
31 de agosto de 1810

“El día 11 del corriente será memorable en la historia de nuestra gloriosa revolución. De esta día empieza a datarse la época de nuestra existencia política como Estado que no reconoce otro gobierno sobre la tierra que el formado por la libre y espontánea elección de sus pueblos. Hace tiempo que había brotado un disgusto general por la especie de reconocimiento que aún teníamos a España; la conducta tiránica que el Gobierno de esta Nación observaba con nosotros, a pesar de nuestra moderación, exaltó de tal modo los espíritus que no pudieron ya contenerse en los justos límites, y en la mañana del día 11 se presentó el pueblo en masa delante del Palacio de Gobierno, pidiendo con repetidos clamores la declaración de NUESTRA ABSOLUTA INDEPENDENCIA”.

Noticia de la absoluta independencia de Cartagena de Indias
17 de noviembre de 1811

“…en los gobiernos populares nada hay seguro, porque la marcha del pueblo suele ser muy varia y aun ciega”.

Simón Bolívar
25 de enero de 1821

“A la noción política del pueblo como instancia legitimante del gobierno civil, como generador de la nueva soberanía, corresponde en el ámbito de la cultura una idea radicalmente negativa de los popular, que sintetiza para los ilustrados todo lo que éstos quisieron ver superado, todo lo que viene a barrer la razón: superstición, ignorancia y turbulencia. Contradicción que tiene su fuente en la ambigüedad que la figura misma de pueblo tiene en su acepción política. Más que sujeto de un movimiento histórico, más que un actor social, “el pueblo” designa en el discurso ilustrado aquella generalidad que es la condición de posibilidad de una verdadera sociedad (…) De manera que el pueblo es fundador de la democracia no en cuanto población, sino sólo en cuanto “categoría que permite dar parte, en tanto que aval, del nacimiento del Estado moderno”. Una sociedad moderna no es pensable, según Rousseau, si no es constituida desde la “voluntad general”, y a su vez esa voluntad es la que constituye al pueblo como tal. La racionalidad que inaugura el pensamiento ilustrado se condensa entera en ese circuito y en la contradicción que cubre: está contra la tiranía en nombre de la voluntad popular pero está contra el pueblo en nombre de la razón”.

Jesús Martín Barbero
De los medios a las mediaciones, 1987

  En su nombre, hace doscientos años, nos liberamos del yugo español. Hoy los gobiernos lo manipulan a su capricho para mantenerlo sometido.

Jaime Echeverri
Escritor
2010

Las definiciones con este simbolo fueron escritas especialmete para esta publicación.