Selección de obras de la colección del Banco de la República

Colombia y el Arte Pop

Nicolás Gómez Echeverri

Pareja, homenaje a Massaccio, 1969
Pareja, homenaje a Massaccio, 1969
Santiago Cárdenas
Dibujo, carboncillo sobre papel
155 x 100 cm
Colección Banco de la República
registro AP2873

Pareja, homenaje a Massaccio, 1968
Santiago Cárdenas


Santiago Cárdenas realiza un dibujo que congela el paso de una pareja que luce prendas y accesorios emblemáticos de la moda de los años sesenta, una época de revoluciones en la oferta del diseño, la música, el cine y el arte.


El dibujo en carboncillo titulado Pareja, homenaje a Massaccio realizado por el artista Santiago Cárdenas en 1969, presenta en un primer plano vertical la imagen de una mujer que camina acompañada de un hombre. Ella es rubia, porta guantes, carga un bolso en su mano, y lleva un ajustado vestido de minifalda y botas de cuero por encima de las rodillas que cubren sus largas piernas. Él pareciera sostener a la mujer de la cintura o del brazo, lleva un traje de chaqueta y pantalón. La cara encubierta del hombre y los grandes lentes de las gafas de sol que cubren la mirada de la mujer, velan sus identidades, los presenta como anónimos paseantes de las calles, que en su paso llaman la atención por la ropa y accesorios de última moda que ostentan.

El dibujo de Santiago Cárdenas parece una captura fotográfica. El trazo impreciso del pie derecho del hombre da una sensación de movimiento, como si él indujera a la mujer a moverse, mientras ella parece haberse detenido por instante ante la cámara para lucir su apariencia. Cárdenas los presenta sobre un fondo neutro, aislados de cualquier entorno reconocible. Las figuras se ven sólidas sobre el papel, sus líneas curvas y diagonales y volúmenes que varían intensidades de gris organizan el espacio que cubren.  Así, y sirviéndose de una esmerada precisión de las formas y las texturas, refuerza la atención sobre la figura esbelta de la mujer, la superficie de su vestimenta, y la intrigante expresión que se oculta detrás de las gafas de sol.

Teniendo en cuenta el nombre del dibujo, es posible interpretarlo como una versión de la expulsión del paraíso del artista renacentista italiano Masaccio. En la propuesta de Cárdenas vemos a un Adán y a una Eva convertidos en una pareja urbana de los años sesenta, inmersos en un atractivo entorno de sofisticación y glamour suscitado por la popularización mediática de la moda. A diferencia del artista norteamericano Andy Warhol, el pintor colombiano no recurre a las imágenes seriales de célebres personajes y, en cambio, a través del dibujo y la pintura fija su interés en el mundo material que define las costumbres y los gustos de una sociedad consumidora.

[Pareja, ...] es una expulsión del paraíso y una entrada a la sociedad que se ve influenciada por la nueva iconografía llena de imágenes populares y de objetos de consumo”

—María Elvira Ardila [1]

Ardila: El verano, la playa, las mujeres con anteojos oscuros en automóviles descubiertos, ¿todo eso a qué se refiere?
Cárdenas: A la influencia del  arte Pop. Ir a la playa, tener auto, viajar en convertible, son ideales de la vida norteamericana en ese momento. Por otra parte son imágenes que yo veo a mi alrededor. El desnudo es un tema viejo del arte. Para mí, y en ese momento, es una mujer en bikini. Los anteojos oscuros me eximen de pintar los ojos.
A: ¿No toma usted imágenes de revistas?
C: No me interesa la representación pintada de la realidad que me rodea. Aunque he visto las cosas que pinto, porque están ahí, en realidad yo pinto sin modelo, de la imaginación.
A: El tema se reduce lo mismo que las formas y planos del cuadro. El vestido deja de ser vestido para volverse un área de color con la cual usted busca organizar espacialmente el cuadro.
C: Exacto.
A: Sus pinturas “Pop” no son la representación de la sociedad norteamericana. Entonces su intención no es Pop, ni los métodos pictóricos son Pop.
C: En Colombia llamaban Pop mi pintura y eso me parecía gracioso.

—Santiago Cárdenas en entrevista con Jaime Ardila y Camilo Lleras [2]


Santiago Cárdenas
(Bogotá, 1937)

A lo largo de la primera mitad de la década de 1960, Santiago Cárdenas estudió en el programa de bellas artes del Rhode Island School of Design y en el programa de maestría de la Yale University School of Art and Architecture. Para aquel entonces, presenció y participó del activo dinamismo artístico promovido por la coexistencia de los ya consolidados expresionistas abstractos y artistas pop. Así, en el ámbito académico, estuvo en contacto con profesores de la talla de Robert Wesselmann, James Rosenquist y, como figura especialmente influyente, el pintor Alex Katz.

En 1965 Santiago Cárdenas comenzó su carrera artística en Colombia, donde continua trabajando hasta el día de hoy. En ese entonces propuso un trabajo pictórico y gráfico que, a través de la representación de escenas y objetos del entorno privado —como prendas de vestir, mobiliario, electrodomésticos, sombreros o paraguas—, propone una reflexión en torno al carácter trascendente de una realidad trivial. Cárdenas explota un medio técnico riguroso en dibujo, pintura y grabado, con el cual logra una representación realista y exacta de los objetos que lo rodean.

La crítica de arte ha relacionado el trabajo de Santiago Cárdenas de los años 60 con las propuestas del arte pop norteamericano de esta década, en cuanto existe una mirada al mundo de los objetos anodinos como significantes de estilos de vida de los seres humanos. Así mismo, las pinturas que Cárdenas realizaba en este entonces —muchas de éstas sobre planos de madera superpuestos que permitían percibir una sensación de profundidad en espacios que recreaba—, tenían un tratamiento de superficies de color con el mínimo de gestualidad y accidentes pictóricos.

En los años subsiguientes, especialmente con sus series de tableros, espacios arquitectónicos y sombras, ha explotado la perfección técnica, interesado en la posibilidad de imitación de superficies y espacios que logren engañar el ojo humano y que formulen un cuestionamiento sobre la relación entre los medios artísticos y la imagen de su cotidianidad.


Textos con referencia a la obra


Santiago Cárdenas

Eduardo Serrano
en: Un lustro visual, ensayos sobra arte contemporáneo colombiano. Bogotá, Ediciones Tercer Mundo, 1976. Pp. 25 – 29. Tomado de: Catálogo de la exposición de Santiago Cárdenas en la Galería Belarca, febrero de 1970.

La proliferación de escuelas y tendencias en el arte contemporáneo ha dado a la definición y ubicación de la obra de una artista un carácter del principal problema. La positiva desprevención con que hoy se experimenta dentro del extenso campo demarcado por el academismo estricto y el vanguardismo experimental, ha hecho aún más extrema la necesidad de un calificativo general, fácil e inequívoco; de un punto de referencia desde el cual puedan cómodamente juzgarse y valorarse los méritos de una obra. Y la obra de Santiago Cárdenas, no del todo arbitrariamente, por razones de indiscutible utilidad, ha sido clasificada como arte pop.

Sin embargo, al revisar la obra de Cárdenas actualmente exhibida en la galería Belarca, encontramos: que su ubicación dentro del arte pop no puede aceptarse sin severas salvedades; que esta clasificación puede llevarnos a ignorar aspectos de sus trabajos, los cuales, considerados desde un punto de vista diferente, se hacen inminentes; y que tal ubicación es, por decir lo menos, tan difícil como una definición precisa del “pop art” que cobije todas —y no todas— sus tendencias.

[...] Pero aún si la relación en la temática de la obra de Cárdenas y la obra pop es evidente, en la realización y en su atmósfera esta relación es más bien lejana e indeterminable. Como en los casos de Rosenquist, Wesselman y Dine, Cárdenas evade la utilización de las técnicas características del pop, ciñéndose a elementos tradicionales en la realización de sus trabajos. En sus manos el carboncillo se convierte en el medio apto para retratar y dar personalidad, presencia inapelable, a los objetos cuya significación se nos escapa cotidianamente.

La debilidad aparente de los objetos que dibuja Cárdenas (ganchos para ropa, sombreros, paraguas, etc.), se transforma en sutileza, en serenidad, en dignidad. Porque si bien se trata de objetos a los cuales nuestra civilización nos enfrenta cada día, también es cierto que el especial realismo de sus dibujos les añade una cualidad extra de misterio que los despoja del carácter común, impersonal, vulgar, que tienen en la vida real; envolviéndolos en una especie de soledad poética, vulnerable, quebradiza, iluminada de neón. [...]

Perspectiva con tres puntos de fuga

Santiago Cárdenas
en entrevista con Jaime Ardila y Camilo Lleras en: Verdades sobre arte, mentiras sobre papel: encuentros con Santiago Cárdenas y su obra. A.Sandri, Bogotá, c.1984.

[...] A: ¿Consideran en EE.UU. que el arte Pop tiene origen en Inglaterra?
C: Un día vino Lawrence Alloway a dictar una conferencia en Yale sobre el arte Pop. Yo odiaba el Pop y no sabía quién era quién, excepto los gringos. Alloway nos dice que el Pop lo inventaron los ingleses y nos muestra diapositivas. De la audiencia alguien le pregunta a Alloway si él cree que el Pop es arte y el dice: Sí. Yo creo que es arte. Yo me levanto y le digo: Mejor dicho, señor Alloway, el Pop es arte por la misma razón que Dios existe: porque la gente cree en él. Alloway me dice: A lo mejor usted debería ser un artista Pop.

A: ¿Cree usted en el sustento filosófico de la obra de arte? O simplemente se trata del ánimo de controvertir a Alloway.
C: Yo no podía producir arte sin tener un “andamiaje filosófico” que sustentara la obra. A mí me ofuscaba el expresionismo abstracto. Uno pintaba y después se fijaba si lo que había pintado valía la pena o no. Y eso no me servía. Y necesitaba tener alguna idea de la meta hacia donde iba.

A: razones que usted no encontraba en el simple hecho de botar pintura contra la tela.
C: Yo no podía ser totalmente expresionista. Era una persona muy racional. Para mí el arte debía tener una motivación racional, no totalmente emotiva. El arte Pop tenía elementos que me atraían. Uno era que no me gustaba, y eso era un reto. Siempre termino seducido por lo que no me gusta. En la escuela, a nadie le gustaba el arte Pop y todos terminaron el período académico como expresionistas abstractos, incluso Chuck Close, Richard Serra y Nancy Graves. Solo dos alumnos de la escuela hacíamos algo Pop.

[…] A: El verano, la playa, las mujeres con anteojos oscuros en automóviles descubiertos, ¿todo eso a qué se refiere?
C: A la influencia del  arte Pop. Ir a la playa, tener auto, viajar en convertible, son ideales de la vida norteamericana en ese momento. Por otra parte son imágenes que yo veo a mi alrededor. El desnudo es un tema viejo del arte. Para mí, y en ese momento, es una mujer en bikini. Los anteojos oscuros me eximen de pintar los ojos.

[…] A: Sus pinturas “Pop” no son la representación de la sociedad norteamericana. Entonces su intención no es Pop, ni los métodos pictóricos son Pop.
C: En Colombia llamaban Pop mi pintura y eso me parecía gracioso.

LL: Pero el tema es fundamental para el arte Pop.
C: Sí, el arte Pop es muy literario. El Pop es un conjunto de imágenes, más que pintura. Por otra parte, en mis cuadros yo he conservado la escala real: o sea, una mujer de un metro con sesenta de altura nunca la he pintado de tres metros.

[…] A: También se ve en sus cuadros pintados en Yale una tendencia a matizar el color con blanco y negro, para no usar directamente el que sale del tubo.
C: Por lo cual algunos profesores no simpatizan con mis cuadros. En EE.UU. habían llegado a la conclusión de que tenían que hacer un arte norteamericano…

A: Nacionalista.
C: …con bases ideológicas representadas en un  estilo muy directo y duro, de donde sale, por ejemplo, el término “Hard-Edge”. Duro como la industria del acero. Porque el arte europeo se caracteriza por su refinamiento y el norteamericano debía ser más “business-like”, sin rodeos. Era abordar el tema, agotarlo y pasar a otro, sin perder tiempo en las buenas maneras…. Un arte teso. El arte Pop es así. No se piensa cómo se pinta una botella de Coca-cola: se le toma una foto y le imprime de manera simple rápida. En la escuela me criticaban por ser afrancesado. […]


Bibliografía

[1] Catálogo de la exposición Santiago Cárdenas, exposición retrospectiva. Museo de Arte Moderno de Bogotá, 2006. Textos: María Elvira Ardila, Miguel González, Lylia Gallo y Conrado Uribe.

[2] Ardila, Jaime / Lleras Camilo. Verdades sobre arte, mentiras sobre papel: encuentros con Santiago Cárdenas y su obra. A.Sandri, Bogotá, c.1984.

Catálogo de la  exposición Santiago Cárdenas, exposición retrospectiva. Banco de la República, Bogotá, 1995. Curaduría: Ana María Escallón.

Serrano, Eduardo. “Santiago Cárdenas”, Un lustro visual, ensayos sobra arte contemporáneo colombiano. Bogotá, Ediciones Tercer Mundo, 1976. Pp. 25 – 29.

Varios. Santiago Cárdenas: pinturas y dibujos. Seguros Bolívar, Bogotá, c.1989. Textos. Antonio Caballero, María Mercedes Carranza y María Elvira Samper.