Selección de obras de la colección del Banco de la República

Colombia y el Arte Pop

Nicolás Gómez Echeverri

Reinas tropicales, 1994
Reinas tropicales, 1994
María de la Paz Jaramillo
pintura, acrílico sobre tela
150 x 150 cm
Colección Banco de la República
registro 2162

Reinas tropicales, 1994
María de la Paz Jaramillo

Las reinas de belleza que pinta María de la Paz Jaramillo se muestran radiantes y animadas. Sin embargo, los colores llamativos y rasgos exagerados de la escenografía y la pose teatral, confirman un medio festivo artificial e ilusorio que circula a través en los medios de comunicación.

La pintura Reinas Tropicales de la artista colombiana María de la Paz Jaramillo presenta, en un primer plano, un par de mujeres sonrientes, de pieles bronceadas, en vestidos brillantes y de pronunciado escote, abrazadas por un hombre en traje y corbatín que se muestra alegre entre ellas dos. El grupo posa delante de un fondo vegetal de hojas grandes y flores exóticas como si se preparara para ser fotografiado. El título indica que ambas mujeres son reinas de belleza de un algún concurso local. Sus rostros excesivamente sonrientes y maquillados, que se mimetizan con un ámbito colorido y radiante, simulan una aparente situación de belleza y felicidad. La pintora ofrece esta sensación mediante un dibujo resueltamente torpe que deforma los cuerpos, el uso de colores estridentes y la aplicación de escarcha.

Las reinas de belleza representan un modelo de apariencia corporal que logra trascender el plano físico, para determinar incluso valores de gusto y comportamiento a través de su aparición en los medios de comunicación. El entorno y la actitud festiva, sensual y alegre que describe María de la Paz Jaramillo, son artificios que corresponden a una forma de vida idealizada, que se insinúa en un ámbito popular a través de la difusión mediática de estos concursos. Por otra parte, la manera como estos certámenes son concebidos, hace que sus participantes sean representantes del los cánones de belleza ejemplar de un contexto geográfico —sea de un pueblo pequeño, una ciudad, un país o el mundo entero—. La condición de representatividad que les es atribuida, les permite ser también una referencia de identidad del lugar al cual pertenecen.

El trabajo de María de la Paz Jaramillo, aunque difiere de las estrategias técnicas que aplica Andy Warhol, también consigue una forma auténtica de señalar aspectos del consumo popular de su país. Warhol, por ejemplo, utiliza la imagen fotográfica de personalidades para evidenciar su rol social por medio de la reproducción serial. Por su parte, la artista colombiana parte de alguna fotografía publicada en medios de circulación masiva, e inventa pictóricamente un escenario donde célebres personajes de la sociedad colombiana dan cuenta de su significación.

Los cuadros que María de la Paz pinta retratan cosas que no son verdaderas. Cosas ficticias, hechizas, inauténticas. Falsificadas. […] las figuras de María de la Paz tienen una existencia previa por fuera de sus cuadros. Una realidad extrapictórica. Pero esa realidad es notoriamente falsa. De ahí que las figuras pintadas por María de la paz estén como bañadas todas ellas en un perfume de artificialidad, de inautenticidad: gente que no huele a gente, sino a pachulí. […] Desde el punto de vista formal, la pintura de María de la Paz recuerda el dasaliño técnico del expresionismo por una parte; y por otra, la temática del pop art. ¿Expresionismo pop? No.

—Antonio Caballero [1]


María de la Paz Jaramillo
(Manizales, 1948)

En 1975, María de la Paz Jaramillo comenzó su carrera artística profesional con una serie de grabados en metal, en los que retrataba prostitutas de la ciudad de Bogotá. Estos trabajos causaron sorpresa y repulsión en el público del arte colombiano, por el fuerte carácter emocional y crítico. Los altos contrastes de color exageran los rasgos de los personajes que Jaramillo dibujó de manera caricaturesca. Así, alude a su apariencia maquillada y teatral, su condición social problemática y su entorno sombrío. Esta serie desembocó en una preocupación personal que ha permanecido constante hasta el día de hoy, respecto a las apariencias postizas y artificiales en los diversos roles de las mujeres y los hombres en nuestra sociedad. Desarrolló una obra que se extiende al uso del óleo, el pastel, el acrílico y la escultura, donde exploró la imagen de los personajes que asisten a lugares de reunión social como discotecas y salones de baile; se interesó por el carácter fingido del coqueteo y las relaciones de pareja; retrató hombres y mujeres que se exhiben en el ámbito público, entre ellos políticos, cantantes, actores, reinas de belleza, deportistas o íconos históricos; así mismo, hizo alusión a la imagen exuberante de la naturaleza o incluso la vida artificial de las vacaciones en el caribe.


Bibliografía

Catálogo de la exposición Maripaz 1970-1995. Museo de Arte Moderno de Bogotá, 1995. Textos: Juan Gustavo Cobo Borda y Miguel González.

González, Miguel. “María de la Paz Jaramillo”, Cali, visiones y miradas. Secretaría de Cultura y Turismo, Cali, 2007. p. 33-36.

Laverde María Cristina / Rojas de la Espriella, Álvaro. Entrevista con María de la Paz Jaramillo, Así hablan los artistas. Universidad Centra, Bogotá, 1986. pp. 75-110.

Medina, Álvaro. “María de la Paz Jaramillo: lúdica y crítica”, Arte en Colombia, número 2. Bogotá, 1976. p. 24.

Medina, Álvaro. “María de la Paz Jaramillo: lúdica y crítica”, Procesos del arte en Colombia. Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1978. pp. 542-550.

[1] Varios. MariPaz. Seguros Bolívar, Bogotá, c.1987. Textos: Antonio Caballero, Juan Mosca y Juan Gustavo Cobo Borda.