Exposición Andy Warhol, Mr. America / Citas

Warhol sobre todo

Campbell's Soup I: Chicken Noodle, 1968
Campbell's Soup I: Chicken Noodle, 1968
[Sopa Campbell I: pollo con fideos] Serigrafía sobre papel
88,9 x 58,7 cm
Andy Warhol
© 2009 Andy Warhol Foundation / ARS, New York / Trademarks, Campbell Soup Company. All rights reserved.


Chelsea Girls rls 5&6, 1966
[Las chicas de Chelsea]
Película de 16 mm en blanco y negro y color, sonido, 204 minutos en pantalla doble
Andy Warhol
© Andy Warhol Museum (AWM)


Screen Tests - Salvador Dali, 1966
[Prueba de cámara: Salvador Dalí]
Película de 16 mm en blanco y negro, sin sonido, 4 minutos a 16 cuadros por segundo
Andy Warhol
© Andy Warhol Museum (AWM)

Uncle Sam, 1981
Uncle Sam, 1981
[Tío Sam]
Polaroid™ Polacolor 2
10,8 x 8,6 cm
Andy Warhol
© 2009 Andy Warhol Foundation for the Visual Arts / Artists Rights Society (ARS), New York

Preferiría seguir siendo un misterio. No me gusta explicar mis motivaciones, y cada vez que me preguntan, lo hago de modo diferente... De cualquier manera, no creo tener una imagen, favorable o desfavorable.[1]

Simplemente, no sé cómo ser real.[2]

Sólo leo las texturas de las palabras. Todo lo veo así, la superficie de las cosas, una especie de braille mental, paso mis manos sobre la superficie de las cosas.[3]

Nunca quise ser pintor; quería ser bailarín de tap.[4]

Oh, el arte es muy duro.[5]

Supongo que tengo una interpretación muy libre del “trabajo”, porque creo que el solo hecho de estar vivo supone ya muchísimo esfuerzo para algo que no siempre quieres hacer. Nacer es como ser secuestrado. Y luego ser vendido como esclavo. La gente trabaja cada minuto. La máquina nunca descansa. Ni siquiera cuando duermes.[6]

Pienso en mí mismo como un artista estadounidense; me gusta este lugar, pienso que es maravilloso. Es fantástico. (…) Siento que en mi arte representa a los Estados Unidos, pero no soy un crítico social: sólo pinto esos objetos en mis cuadros porque son las cosas que mejor conozco. No trato de criticar de ninguna manera a los Estados Unidos, ni tampoco de mostrar en absoluto fealdad alguna.[7]

Comprar es más estadounidense que pensar, y soy el colmo de lo estadounidense. En Europa y Oriente a las personas les gusta comerciar —comprar y vender, vender y comprar— son básicamente comerciantes. Los americanos no están tan interesados en vender; de hecho, preferirían botar que vender. Lo que realmente quieren es comprar: gente, dinero, países.[8]

Al final de mi vida, cuando muera, no quiero dejar restos. Y no quiero ser un resto. Miraba televisión esta semana y vi a una mujer entrar en una máquina de rayos y desaparecer. Fue maravilloso, porque la materia es energía y ella sencillamente se dispersó. Ese podría ser un invento verdaderamente estadounidense, la mejor invención de Estados Unidos: poder desaparecer.[9]
Miércoles, 6 de mayo, 1981

Taxi al Ritz (4 dólares)... Abajo, uno de esos fanáticos aburridos bailaba y fumaba baretos, actuando como un chiflado, y no tenía pase de entrada. Decidí comprar un perro caliente, uno de Nathan’s, estaba muy bueno. Y entonces ese joven de alguna manera subió y resultó sentado con nosotros y, en ese momento, Eva, la periodista de Stern, hizo algo genial: empezó a decirle que no sabía qué estaba haciendo con el doble de Andy Warhol. Dijo que era una reportera sustituta de Stern y que ni siquiera le dieron al Andy Warhol real para entrevistarlo, le dieron su doble, y que no sabía qué hacía en un trabajo de segunda clase como ese, y de alguna manera el muchacho le creyó, se paró, se fue, y ya no habló conmigo durante el resto de la noche. Él pensó que yo era un falso Andy Warhol. ¿No es genial?[10]

Pregunta:
¿Cuál es el sentido de su arte?
Andy Warhol:
Es decorativo.
P.: Y sus películas.
A.W.: Comedia. El arte es también comedia. Y un poquito de política.[11]

Lo maravilloso de este gran país es que Estados Unidos comenzó una tradición en la que los consumidores más ricos compran esencialmente las mismas cosas que los más pobres. Puedes estar mirando televisión y ver una Coca-Cola, y saber que el presidente bebe Coca-Cola, Liz Taylor bebe Coca-Cola, y piénsalo, tú también puedes beber Coca-Cola. (…) Ninguna cantidad de dinero puede brindarte una Coca-Cola mejor que la que está bebiendo el mendigo de la esquina. Todas las Coca-Colas son iguales y todas son buenas. Liz Taylor lo sabe, el presidente lo sabe, lo sabe el vago y lo sabes tú.[12]
Miércoles, 22 de julio, 1981

A las 4:00 vino el equipo de grabación de Walt Disney e hicieron unas tomas mías en frente de mis dibujos de Zapatos y de personajes de Walt Disney. Me preguntaron cuál era mi personaje favorito de Disney y les respondí: “Minnie Mouse, porque puede estar cerca de Mickey”.[13]

Siempre que las personas y las civilizaciones se degeneran y se vuelven materialistas, exhiben la belleza y la opulencia y dicen que si lo que hicieran estuviera mal, no les iría tan bien, ni serían tan ricos y tan bellos. Por ejemplo, en la Biblia lo hicieron cuando adoraron el Becerro de Oro, y luego los griegos cuando veneraron el cuerpo humano. Pero la belleza y la riqueza podrían no tener nada que ver con ser bueno, porque piensa nada más en las bellezas atacadas por el cáncer. Y muchos asesinos tienen buena apariencia, de manera que eso lo dice todo.[14]

Una compañía estaba en estos días interesada en comprar mi “aura”. No querían mis productos. Insistían: “Queremos su aura”. Nunca llegué a saber lo que querían. Pero estaban dispuestos a pagar una gran suma por ella. Entonces pensé que si alguien estaba dispuesto a pagar tanto por eso, debería tratar de entender lo que era.
Pienso que el “aura” es algo que solo los demás pueden ver, y solo ven la parte que quieren. Todo está en los ojos de la otra persona. Sólo puedes ver un aura en personas que no conoces muy bien o que no conoces en absoluto. La otra noche cenaba con todos los de mi oficina. Los muchachos en la oficina me tratan mal, porque me conocen y me ven todos los días. Pero entonces vi a ese amigo simpático que alguien había traído y que no me conocía ¡y este muchacho apenas si podía creer que estaba cenando conmigo! Todos los demás me veían a mí, pero él estaba viendo mi “aura”.
Cuando ves a alguien en la calle, puede que tenga un aura. Pero luego, cuando abre su boca, el aura se esfuma. El “aura” debe verse hasta que abres tu boca.[15]

Cuando veo gente vestida con ropa espantosa que les queda mal, trato de imaginar el momento en que la estaban comprando y pensaban: “Esto es magnífico. Me gusta. Voy a llevarlo”.[16]

Las películas han sido el verdadero motor de las cosas en Estados Unidos, desde el momento mismo en el que se las inventaron. Ellas te muestran qué hacer, cómo hacerlo, cuándo hacerlo, cómo sentirse por hacerlo y cómo lucir la manera de sentirlo. Cuando te muestran cómo besar como James Dean, o flirtear como Jane Fonda, o ganar como Rocky, es grandioso.[17]
 
Me encanta Nueva York. Tengo que viajar mucho, pero simplemente no puedo esperar a regresar. Pienso que es el mejor lugar del mundo. Me gustaría más tener un apartamento en la parte alta de la ciudad que en el centro o en la zona media, y esas serían mis vacaciones: ir al centro de la ciudad. (...) En realidad es un país en sí mismo. Es diferente de cualquier otro lugar en el mundo.[18]

Las chicas de California fueron probablemente más bonitas en un sentido estándar que las
de Nueva York: más rubias y más saludables, supongo. Pero sigo prefiriendo como lucen
las chicas en Nueva York: más extrañas y más neuróticas (una chica siempre ha lucido más hermosa y frágil cuando está a punto de un ataque de nervios).[19]

Cuando muestran a Nueva York, el cine y la televisión quieren separar a todo el mundo, de modo que ves una película de la ciudad hecha de gente rica entrando y saliendo de limosinas y pasando sus vidas en visitas a museos y almuerzos en restaurantes acartonados. O es una ciudad de esa clase media blanca y pulcra, con vecinos serviciales en las plantas superiores siempre dulces y excéntricos, cocinando comidas del “Viejo Mundo”. O es la Nueva York donde los criminales rondan las calles y cada callejón está poblado de gángsteres, y todo el mundo carga una pistola o una navaja, y cada tres minutos alguien muere. O puede ser una película “artística” donde los jóvenes usan maquillaje y las chicas llevan cortes al rape, nadie tiene una personalidad parecida a ninguna otra que uno haya conocido, todos hablan de esa extraña manera filosófica, y todos se acuestan con todos sin motivo aparente.
Pero lo maravilloso es que todo es cierto y en Nueva York todo está sucediendo a la vez.[20]

Incluso las bellezas pueden no ser atractivas. Si pillas a una belleza bajo la luz equivocada en el momento justo, olvídalo. Creo en las luces bajas y los espejos estratégicos. Creo en la cirugía plástica.[21]

Cuando camino las calles de Nueva York, algo que me parece realmente divertido es recordar su historia y cómo las cosas surgen y se olvidan, y luego vuelven a surgir. Hoy, el Upper East Side es el barrio más exclusivo y costoso para vivir, pero antes fue el sitio donde los inmigrantes irlandeses pobres se vieron obligados a ir, con el ruido del tren elevado pasando cada quince minutos y mugre industrial por todos lados.[22]

Soy de los que desearía quedarse en casa y ver en una pantalla en mi habitación cada fiesta a
la que me invitan.[23]

Con las regulaciones gubernamentales puedes manipular lo que quieras. Entonces, lo que no entiendo es por qué cada vez que un país subdesarrollado comienza a desarrollarse,
lo primero que hace es fabricar baratijas y enviarlas aquí. Me refiero a cosas como
dispensadores de papel higiénico con música y bolígrafos con calculadora. ¿Quién hizo que
empezarán a hacer estas cosas? ¿Por qué no les muestran cómo ser autosuficientes con
sus alimentos? Entonces no tendrían que preocuparse por exportar todas estas cosas para
conseguir el dinero suficiente para comprar alimentos.[24]

Una vez que te “vuelves” Pop, no puedes ver de nuevo un signo de la misma manera. Y una vez que piensas Pop, no puedes ver a Estados Unidos otra vez de la misma manera.[25]

Personalmente, me encantaba el porno y compraba todo el tiempo grandes cantidades; porno realmente sucio y excitante. Todo lo que tenías que hacer era averiguar qué te excitaba y, luego, comprar las revistas y películas que mejor te sentaban, de la misma manera que comprarías las pastillas o las latas de comida apropiadas.[26]

Realmente luzco horrible, nunca me preocupo por arreglarme o tratar de ser atractivo porque simplemente no quiero que nadie se comprometa conmigo. Y es la verdad. Subestimo mis buenos rasgos y realzo los malos. De manera que me veo horrible y uso los pantalones equivocados y los zapatos equivocados y llego en el momento equivocado con los amigos equivocados, y digo lo que no se debe y hablo con la persona equivocada, y sin embargo, a veces alguien se muestra interesado y me desconcierto y me pregunto: “¿Qué hice mal?”.[27]

Decidí teñir mi pelo de gris para que nadie supiera mi edad y pensé que así me vería a los ojos de la gente más joven de lo que piensan que soy. Ganaría mucho tiñéndome el pelo: (1) tendría problemas de viejo, que son más fáciles de manejar que los problemas de jóvenes; (2) todo el mundo se impresionaría por lo joven que me vería, y (3) me liberaría de las responsabilidades de actuar como un joven; ocasionalmente podría caer en la excentricidad o la senilidad y a nadie le importaría por mi pelo gris. Cuando tienes canas, cada movimiento que haces se ve “joven” y “lleno de vida” en lugar de parecer normalmente activo. Es como adquirir un nuevo talento.[28]

Creo que es mejor nacer rápido, porque duele, y morir rápido, porque duele, pero creo que si uno naciera y muriera en un mismo minuto, esa sería la mejor vida, porque el cura dice que de esa forma tienes garantizada tu llegada al cielo.[29]

Glenn O’Brien:
¿Cree que debería haber censura?
Andy Warhol:
Por supuesto.
GO: ¿Dónde deberían trazar la línea?
AW: Las cosas deberían ser más sexuales.[30]

Alguien dijo que Brecht quería que todo el mundo pensara igual. Yo quiero que todo el mundo piense igual. Pero Brecht quería hacerlo por medio del comunismo, de alguna manera. Rusia lo está haciendo con el gobierno. Aquí se está dando por sí mismo, sin estar bajo un gobierno estricto; entonces ¿si se está logrando sin siquiera intentarlo, por qué no puede funcionar sin ser comunistas? Todo el mundo parece igual y actúa de la misma manera, y cada vez avanzamos más en ese camino.
Pienso que todo el mundo debería ser una máquina.
Pienso que todo el mundo debería ser como todo el mundo.[31]

No prestes atención a lo que escriben de ti, sólo mídelo en pulgadas.[32]

En ciertos círculos donde gente muy pesada piensa que tienen cerebros muy pesados, palabras como “encantador”, “inteligente” y “hermoso” son menospreciadas; todas las cosas leves en la vida, que son las más importantes, son menospreciadas.[33]

Me gusta trabajar siempre con desechos, haciendo cosas con los sobrantes. Cosas que fueron desechadas, que todos sabían que no servían. (…) No estoy diciendo que el gusto popular sea malo y que por eso lo que sobra del mal gusto es bueno: estoy diciendo que lo que sobra es probablemente malo, pero si lo tomas y haces con eso algo bueno o al menos interesante, entonces no estás desperdiciando tanto como lo harías de otra manera. Reciclas trabajo y reciclas gente, y estás manejando tu negocio como el subproducto de otro negocio. Ciertamente, de otros negocios directamente competitivos. De manera que ese es un procedimiento comercial muy económico. Vivir en Nueva York le da a la gente incentivos reales para querer cosas que nadie más quiere —querer todo lo que se hace con los desechos—. Hay tanta gente aquí con la cual competir que cambiar tus deseos a lo que los demás no quieren es la única esperanza de obtener algo.[34]

El mejor amor es el que no piensa en eso. Algunos pueden tener sexo y dejar que sus mentes se pongan realmente en blanco y se llenen con el sexo; otros no logran nunca dejar sus mentes en blanco ni llenarlas con sexo, así que mientras tienen sexo están pensando, “¿Soy realmente este? ¿De verdad lo estoy haciendo? Es muy extraño. Hace cinco minutos no estaba haciendo esto. Dentro de poco no lo estaré haciendo. ¿Qué diría mi madre? ¿Cómo se le habrá ocurrido a alguien hacer esto?”. De manera que al primer tipo de personas — los que pueden dejar ir sus mentes y llenarse de sexo y dejar de pensar en ello— les va mejor. El otro tipo tiene que hallar algo más para relajarse y abandonarse. Para mí ese algo más es el humor.[35]

Antes de que me dispararan, siempre pensé que estaba aquí más a medias que por completo —siempre sospeché que estaba viendo la televisión en lugar de vivir la vida—. A veces la gente dice que lo que pasa en las películas no es real, pero lo cierto es que lo irreal es lo que pasa en la vida real. Las películas hacen que las emociones se vean fuertes y reales, mientras que en el momento en que las cosas te suceden realmente, es como ver la televisión; no sientes nada. En el mismo momento en que me disparaban, y desde entonces, he sabido que estaba viendo televisión. Los canales cambian, pero todo es televisión.[36]

Cuando conseguí mi primer televisor, dejé de preocuparme tanto por tener relaciones cercanas con otras personas.[37]

Está luego el tiempo en la calle, como cuando te encuentras con alguien a quien no has visto, digamos en cinco años, y actúas con toda naturalidad. Cuando se encuentran y tú ni siquiera te inmutas, ahí es cuando es mejor. No dices, “¿qué has estado haciendo?” —no tratas de ponerte al día—. Tal vez digas que vas a la calle 8 a comerte una natilla y quizá te mencione el nombre de la película a la que va, pero eso es todo. Solo un acto casual. Muy leve, tranquilo, de improviso, muy estadounidense. Nadie se perturba, nadie se ve arrancado del tiempo, nadie se pone histérico, nadie se inmuta. Así está bien. Y cuando alguien te pregunta qué pasó con este o aquel sólo dices, “sí, lo vi tomándose algo en la calle 53”. Todo naturalmente, como si hubiese sido ayer.[38]

En los sesenta, los tipos promedio comenzaron a tener problemas de identidad sexual, y muchas personas vieron muchas de sus propias preguntas acerca de sí mismas representadas por las drag queens. Entonces, naturalmente, la gente pareció empezar a quererlas alrededor —casi como si los hicieran sentir mejor porque podían decirse a sí mismos, “puede que no sepa exactamente quién soy, pero al menos sé que no soy una drag queen—”.[39]

David Bailey:
Supongo que ahora que estamos juntos en cama podríamos hablar también de su vida sexual.
Andy Warhol:
¿Qué quiere saber?
DB: Todo lo sucio.
AW: Sucio, hum… Yo creo en la fantasía.
DB: Hum…
AW: Es mejor que cualquier otra cosa.[40]

Nunca me avergoncé de preguntarle a alguien, literalmente, “¿qué debería pintar?” porque el arte pop viene de afuera, y ¿qué diferencia hay entre pedirle a alguien ideas y buscarlas en una revista?[41]

Si ves a alguien que luce como tu fantasía juvenil caminando por la calle, probablemente no sea tu fantasía juvenil, sino alguien que tuvo tu misma fantasía y decidió, en lugar de serla, parecerse a ella, de manera que fue a la tienda y compró la pinta que les gusta a ambos. Así que olvídalo. Piensa sólo en todos los James Dean y lo que eso significa.[42]

No creo que menos sea más. Las grandes pinturas cuestan más que las pequeñas, y las revistas pagan por palabra.[43]

Todo el mundo dice… cosas fantásticas. La gente denigra siempre de esto como una invasión de la privacidad, pero creo que todo el mundo debería ser grabado secretamente… grabado y
fotografiado.[44]

P: Usted cree que el arte pop es…
R: No.
P: ¿Qué?
R: No.
P: Usted piensa que el arte pop es…
R: No. No, no creo.[45]

Picasso fue el artista que más admiré en la historia, pues era muy prolífico.[46]

Con la adquisición de mi grabadora terminó cualquier vida emocional que pudiera haber tenido.[47]

Soy un chico de ciudad. En las grandes ciudades han dispuesto las cosas para que puedas ir al parque y estar en un campo en miniatura, pero en el campo no tienen ningún sitio de gran ciudad, y entonces siento mucha nostalgia.[48]

Todo el mundo tiene una idea distinta del amor. Una chica que conozco dijo, “supe que él me amaba cuando no se vino en mi boca”.[49]
Miércoles, 28 de septiembre, 1983

Bianca llamó y me pidió que fuera al almuerzo que daba en Da Silvano para la ministra sandinista de cultura de Nicaragua. Había allí un tipo norteamericano que se parecía a De Antonio, pero comunista: Meter Davis, quien hizo una película llamada Hearts and Minds [Corazones y mentes]. (…) Y este otro tipo en el almuerzo que había sido prisionero político en algún lugar de Suramérica, creo, y que ahora trabaja para Mitterrand.
Se volvió un almuerzo de cinco horas. La ministra de cultura nicaragüense no llegó sino hasta más tarde. Era casi tan bella como Bianca. Y dijo, “oh, sí, la gente piensa que no hay arte en una revolución, pero incluso mientras caen las bombas y vuelan las balas, hay gente que hace arte. Tenemos bailarines y pintores, y fotógrafos, y nos estamos sindicalizando…”. Bueno… y luego decía que la verdadera revolución está realmente venciendo, que “es la hora del pueblo”. Y no sé, todo era tan abstracto. Pero bueno, la otra noche en esa gran fiesta de Heinz, con todos esos republicanos ricos, también tuve un horrible sentimiento. Pasa siempre lo mismo cuando alguien consigue el poder; no quiere que nadie más lo tenga. Como las mujeres que tratan de que sus maridos no vean a las muchachas jóvenes.
Bueno, el caso es que dijeron que querían que fuéramos a Nicaragua a, no sé, respaldarsu causa por el arte. (…) Y cuando finalmente terminó todo, la chica rebelde se montó en su
limosina, y el socialista que trabaja para Mitterrand se montó en la suya.[50]

No siento que agarre gérmenes cuando tengo dinero en las manos. El dinero ofrece cierta clase de amnistía. Cuando agarro dinero, siento que el billete de dólar no tiene más gérmenes que los que hay en mis manos. Cuando paso mi mano por el dinero, me parece que queda perfectamente limpio. No sé dónde ha estado, quién lo ha tocado ni con qué, pero todo eso se borra en el momento en que lo toco.[51]

No creo que todo el mundo deba tener dinero. El dinero no debería ser para todos; no sabrías entonces quién es importante. Qué aburrido. ¿De quién chismorrearías? ¿A quién denigrarías? No volveríamos a tener esa gran sensación de oír a alguien diciendo, “¿puedes prestarme veinticinco dólares?”. [52]
Martes, 27 de enero 27, 1987

[Charles] Manson estaba en el Today Show y contaba por qué mató a tan pocas personas; decía que podría haber sido realmente grande y haberlos matado a todos.[53]

Glenn O’Brien: ¿Piensa que el mundo podría salvarse?
Andy Warhol: No.[54]

Traducción: Germán González

Notas

[1] Gretchen Berg, “Andy Warhol: My True Story” ,verano de 1967, en: I’ll Be Your Mirror, p. 87.
[2] Andy Warhol, Diaries, p. 165.
[3] Steven Watson, Factory Made, p. xiv.
[4] 4 Gretchen Berg, Op. cit., p. 89.
[5] GIANT Size, 037.
[6] Kynaston McShine, Retrospective, 466.
[7] Gretchen Berg, Op. cit., p. 88.
[8] Andy Warhol, THE Philosophy of Andy Warhol (From A to B and Back Again), p. 229.
[9] Andy Warhol, ibíd. p.p. 112-113.
[10] Andy Warhol, The Diaries, p. 379.
[11] Bob Colacello, Holy Terror: Andy Warhol Close Up, p.p. 188-189.
[12] Andy Warhol, THE Philosophy of Andy Warhol (From A to B and Back Again), p.p. 100-101.
[13] Andy Warhol, The Diaries, p. 397.
[14] Andy Warhol, THE Philosophy of Andy Warhol (From A to B and Back Again), p. 70.
[15] Andy Warhol, ibíd., p. 77.
[16] Andy Warhol, ibíd., sin página.
[17] Andy Warhol, America, p. 11.
[18] Claire Demers, “An Interview with Andy Warhol: Some Say He’s the Real Mayor of New York”, Christopher Street, septiembre de 1977, I’ll Be Your Mirror, p. 266.
[19] Andy Warhol, POPism: The Warhol Sixties, p. 233.
[20] Andy Warhol, America, p. 132.
[21] Andy Warhol, THE Philosophy of Andy Warhol (From A to B and Back Again), p. 63.
[22] Andy Warhol, America, p. 134.
[23] GIANT Size , p. 403.
[24] Andy Warhol, America, p. 13.
[25] Andy Warhol, POPism: The Warhol Sixties, p. 39.
[26] Andy Warhol, ibíd., p. 294.
[27] Andy Warhol, THE Philosophy of Andy Warhol (From A to B and Back Again), p. 113.
[28] Victor Bockris, Warhol: The Biography, p. 107.
[29] Ibíd., p. 15.
[30] Glenn O’Brien, “Interview: Andy Warhol,” High Times, agosto 24 de 1977, I’ll Be Your Mirror, p. 263.
[31] G. R. Swenson, “What Is Pop Art? Answers from 8 Painters, Part I,” ARTnews, noviembre 1963, I’ll Be Your Mirror, p. 16.
[32] GIANT Size, contracarátula.
[33] Andy Warhol, THE Philosophy of Andy Warhol (From A to B and Back Again), p. 69.
[34] Ibíd., p . 93.
[35] Ibíd.,
p.p. 48-49.
[36] Ibíd., p. 91.
[37] Ibíd., p. 26.
[38] Ibíd., p. 111.
[39] Andy Warhol, POPism: The Warhol 60s, p. 224.
[40] David Bailey, “Andy Bed/Interview”, The Late Work, 32.
[41] Andy Warhol, POPism: The Warhol 60s, p. 16.
[42] Juan A. Suárez, Bike Boys, Drag Queens, and Superstars, p. 251; Andy Warhol, THE Philosophy of Andy Warhol (From A to B and Back Again), p.p. 52-53.
[43] GIANT Size , p. 364.
[44] Ibíd., p. 176.
[45] Joseph Freeman, “Andy Warhol Interviews Bay Times Reporter”, octubre 30 de 1965, I’ll Be Your Mirror, p. 119.
[46] Andy Warhol, Op. cit., p. 114.
[47] Andy Warhol, THE Philosophy of Andy Warhol (From A to B and Back Again), p. 26.
[48] Tina S. Fredericks, “Remembering Andy”, Jesse Kornbluth, Pre-Pop Warhol, p. 22.
[49] Andy Warhol, Op. cit., p.
[50] Andy Warhol, The Diaries, p.p. 531-532.
[51] Andy Warhol, Op. cit., p. 137.
[52] Ibíd., p. 134.
[53] Ibíd., p. 798.
[54] Glenn O’Brien, Op. cit., p. 262.

Ver Bibliografía