Agua: UN patrimonio que circula de mano en mano

YO VEO

"MÁS CLARO QUE EL AGUA"

Por lo general, el agua de los ríos, lagunas y océanos es representada con el color azul en mapas y dibujos. Sin embargo, cuando recorremos el territorio, nos encontramos con que el agua es de muchos colores y de muchas tonalidades.

Esto ocurre porque a pesar de que aunque el agua es incolora, su capacidad de disolver sustancias permite que transporte distintos sedimentos y nutrientes que le dan diferentes coloraciones.

En las cuencas andinas encontramos tres tipos de aguas: Blancas, claras y negras

Los ríos de aguas blancas son ríos turbios o de color marrón, de aguas neutras, muy productivas y ricas en nutrientes, ya que arrastran gran cantidad de sedimentos inorgánicos y arcillas desde los Andes hasta las llanuras. Algunos ejemplos son el río Magdalena, el cauce principal del Amazonas en su parte media y baja, y los ríos llaneros del Meta o Casanare.

Los ríos de aguas claras Por lo general nacen en áreas planas de bosque, que protege los suelos de la erosión de la lluvia, y por lo tanto el agua es transparente, verdosa o amarillo-verdosa, ácida o neutra, dependiendo de los suelos por donde fluye. Entre ellos están muchos ríos de la Altillanura de la Orinoquia.

Los ríos de aguas negras Fluyen por suelos arenosos de bosques inundables que le aportan al agua una gran cantidad de materia orgánica en descomposición, por lo que su color es oscuro, a pesar de ser transparentes. Son aguas ácidas con pocos nutrientes y sedimentos.