Rompecabezas
Tras sus pinturas, o en las escasas palabras que se pueden rescatar de las entrevistas que Noé León dio, se encuentra un maravilloso personaje: un hombre sin pretensión y con una vida modesta. Noé vivió en Barranquilla en una humilde casa junto a su esposa Rosita. Allí pintaba, recibía a los amigos y, sobre todo, convivía con los seres más importantes para él: los animales. Tenía 8 perros, varios gatos, loros y además socorría a los animales callejeros y desprotegidos que se encontraba. "Las tigras o tigresas" como él las llamaba, fueron una de las temáticas preferidas dentro de su producción.