Meira del Mar,
reconocida poetiza en el ámbito nacional e internacional

Antes que ser colombiana o libanesa, Meira del Mar era poetisa. Como si primero hubiera sido la poesía y luego la materia. Como si hubieran sido las palabras las que la parieron, la moldearon y la echaron a andar por el mar de la existencia. Dijo de ella Juana de Ibarborou "Yo sé que usted Meira es una gran poeta. Nunca se tiente de ser otra cosa", y ella nunca se tentó de hacerlo.

Olga Isabel Chams Eljach, que así se llamaba esta maga de las palabras, fue hija de padres libaneses quienes nunca olvidaron sus orígenes, estudió en Barranquilla y en Roma, fue profesora de historia del arte y literatura y sus primeros poemas aparecieron en revistas cubanas. Meira del Mar enfrentada a dos identidades, soluciona su mestizaje asegurando que "El Líbano es la patria de mi sangre y Colombia es la patria de mis sueños".

En su poesía rememora el pasado casi mítico de sus antepasados que vive en lo más profundo de todos sus poemas.



AYER

Dentro de mí, creciendo siempre, oigo/Un oleaje de siglos./Y ven mis ojos resurgir del polvo /Las ciudades que el dátil convocara/Junto a su vaso de dulzor, navíos/ Que el armonioso mar de los abuelos/Con sus velas de púrpura cruzaron/ Pastores que la estrella agradecían/Con la ternura del rabel, antiguas/ Gentes profundas, milenarias gentes /La vieja raza donde hubo forma/ Esta que soy, de cánticos y duelo./Entregándome están voces remotas / La palabra que digo; va en el viento/De muchas muertes la raíz herida / Que comenzará a desatar mis venas. Y yo ya no sé si estoy viviendo/ En esta soledad rebelde y mía/La inexorable soledad de otro.