La Amazonia Perdida: El viaje fotográfico del legendario botánico Richard Evans Schultes

La amazonia perdida


El viaje fotográfico del legendario botánico Richard Evans Schultes


Río Carurú Vaupés, alrededor de 1943
Río Carurú Vaupés, alrededor de 1943
Richard Evans Schultes pasó doce años en la Amazonia colombiana, entre 1941 y 1952, explorando tierras en las que ningún naturalista había estado antes. Él trazó mapas de los ríos, vivió entre dos docenas de grupos indígenas, y recolectó cerca de 30.000 especímenes botánicos, incluyendo 300 nuevas especies desconocidas hasta entonces para la ciencia. Fue una autoridad botánica mundial en los temas del caucho natural y de las plantas medicinales, tóxicas y alucinógenas.

Sus fotografías evocan una era en la que las selvas húmedas se conservaban inmensas, y los pueblos en ellas se valían de las plantas no solo para su sustento sino también con propósitos medicinales y religiosos.

Las imágenes de esta exposición fueron captadas por Richard Evans Schultes y son propiedad de la familia Schultes. Los negativos originales fueron reproducidos y luego impresos por Adamson Editions (Washington, D. C.).

Jirijirimo / Río Apaporis, septiembre de 1943
Jirijirimo
Río Apaporis, septiembre de 1943

Jirijirimo

“En el largo y extrañamente silencioso túnel encerrado entre acantilados por el que deben pasar las aguas del río Apaporis…, se encuentra, esculpido a lo largo de los siglos por la naturaleza, el rostro de un dios. Jirijirimo es un lugar sagrado para los indígenas taiwanos, que consideran que la escultura fue puesta allí por los dioses para indicarles que todavía estaban a cargo de las aguas y que este pasaje era especialmente sagrado para ellos”.

—Richard Evans Schultes, Vine of the Soul

Guanuco o Poroporo Brugmansia sanguinea (R.& P.) / D. Don (Solanaceae) / Lugar desconocido, sin fecha
Guanuco o Poroporo Brugmansia sanguinea (R.& P.)
D. Don (Solanaceae)
Lugar desconocido, sin fecha

Guanuco o Poroporo Brugmansia sanguinea (R.& P.)

En Suramérica los chamanes consideran a este árbol como el último recurso de tratamiento. Si se fuma o se ingiere, esta planta produce una intoxicación potencialmente mortal. Schultes, que regularmente tomaba parte en ceremonias chamánicas, consideraba que estos árboles eran demasiado peligrosos para beber sus infusiones.

Joven kamsá en un campo de frailejones / Páramo de San Antonio, noviembre de 1941
Joven kamsá en un campo de frailejones
Páramo de San Antonio, noviembre de 1941

Joven kamsá en un campo de frailejones

Madre cubeo y su hijo con un árbol de caucho / Vaupés, sin fecha
Madre cubeo y su hijo con un árbol de caucho
Vaupés, sin fecha

Madre cubeo y su hijo con un árbol de caucho

Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial se volvió urgente descubrir nuevas fuentes de caucho, una materia prima vital para la industria. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos envió a Richard Evans Schultes al Amazonas para que hallara e identificara árboles de caucho altamente productivos y resistentes a las plagas. Esta búsqueda y sus intereses etnobotánicos lo mantendrían en la selva por más de una década.

Niños makunas en las cataratas del río Yayacopi  / Río Apaporis, febrero de 1952
Niños makunas en las cataratas del río Yayacopi
Río Apaporis, febrero de 1952

Niños makunas en las cataratas del río Yayacopi

“Todos los jóvenes aprenden de los viejos o directamente de los payés las historias que hablan de la creación de las numerosas cascadas y rápidos que existen en los ríos de la Amazonia colombiana. Cada catarata tiene su propio mito de creación. Con frecuencia, mientras carga su canoa alrededor de los rápidos, un joven recita a sus compañeros de menor edad lo que ha aprendido de sus mayores”.

—Richard Evans Schultes, Vine of the Soul

Schultes en el cerro Campana  / Río Ajajú, 1943
Schultes en el cerro Campana
Río Ajajú, 1943

Schultes en el cerro Campana

“Nada puede igualarse en serenidad a las cumbres de las antiguas y aisladas montañas cuarcíticas dispersas a lo largo de la Amazonia colombiana…

Aquí, en las cimas planas, el botánico se halla literalmente en el “séptimo cielo”, pues la flora de estas montañas es extraña, endémica y en su mayor parte se encuentra aún sin estudiar”.

—Richard Evans Schultes, Vine of the Soul

Aproximación a la entrada de las cataratas del Jirijirimo / Río Apaporis, octubre de 1943
Aproximación a la entrada de las cataratas del Jirijirimo
Río Apaporis, octubre de 1943

Aproximación a la entrada de las cataratas del Jirijirimo

En 1943 el Apaporis era el río más aislado de la Amazonia colombiana. Los mapas de esa época lo mostraban apenas como una línea quebrada que se extendía unos 2.400 kilómetros.

La misión de Schultes era explorar su cabecera y luego avanzar corriente abajo, trazando un mapa del río e inspeccionando la selva, que de tiempo atrás se creía que era la veta madre del caucho natural.

Indígenas en Caño Guacayá danzando Kai-ya-ree  / Río Miritiparaná, abril de 1952
Indígenas en Caño Guacayá
danzando Kai-ya-ree
Río Miritiparaná, abril de 1952

Indígenas en Caño Guacayá danzando Kai-ya-ree

“El Kai-ya-ree celebra en abril la maduración anual del chontaduro. Representada con grandes máscaras de tela de corteza, la danza dura por lo general tres o cuatro días”.

—Richard Evans Schultes, Where the Gods Reign

Vellozia tubiflora H.B. & K
Vellozia tubiflora H.B. & K
(Velloziaceae)
Río Apaporis, Chiribiquete, 1943

Vellozia tubiflora H.B. & K (Velloziaceae)

Vellozia Phantasmagoria

Pared rocosa cubierta de bromelias y helechos
Pared rocosa cubierta de bromelias y helechos
Lugar desconocido, sin fecha

Pared rocosa cubierta de bromelias y helechos

“El botánico que ingresa por primera vez a la selva amazónica se ve sobrecogido por su abrumadora riqueza, exuberancia y novedad. Los nativos, y quienes han crecido en este entorno, nunca olvidan reverenciarlo y protegerlo”.

—Richard Evans Schultes, Vine of the Soul

Madre cubeo bañando a su bebé
Madre cubeo bañando a su bebé
Río Apaporis, sin fecha

Madre cubeo bañando a su bebé

“Para los indígenas los ríos no son sólo rutas de comunicación y transporte. Son los caminos que sus antepasados recorrieron al comienzo de los tiempos”.

—Richard Evans Schultes, Vine of the Soul

La piedra de Nyi
La piedra de Nyi
Río Piraparaná, 1943

La piedra de Nyi

“[El petroglifo] es sagrado para todos los indígenas de una vasta área. Ubicado cerca a la confluencia del río Piraparaná con el Apaporis, se encuentra casi en la línea ecuatorial. Labrado en granito duro…, los indígenas de hoy creen que señala el lugar exacto donde ‘la primera gente’ llegó desde la Vía Láctea en una canoa tirada por una anaconda, un hombre, una mujer y tres plantas: la yuca, la coca y el yagé o caapi”.

—Richard Evans Schultes, Vine of the Soul