Alberto Lleras Camargo simboliza al político intelectual capaz de entender las presiones de su época para orientar la lucha del pueblo colombiano por alcanzar los sueños de la democracia y del desarrollo, contra los fantasmas de dos guerras mundiales, una guerra fría y profundos conflictos internos que amenazaban con el caos y la desesperanza. 

“Soy casi un símbolo de la fragilidad, escasa hondura, arraigamiento mínimo y merecida fugacidad de las gentes que trabajan sobre la movible superficie de las ideas políticas. Todo lo que he escrito, pensado y dicho fue accidental y sujeto a la inmediata coyuntura. Su valor, si lo tiene, está estrictamente atado a su espacio y su tiempo. He sido periodista y político, vale decir, lo que menos dura, lo que vuela, lo que se extingue al producirse. Casi nadie puede hoy reconstruir con fidelidad aquellos escasísimos momentos en que una vertiginosa identificación con el pueblo nos hizo subir, a éste y a mí, a la historia. Todo eso es hoy borroso, controvertible, controvertido y, en su mayor parte, olvidado”.

(Alberto Lleras Camargo, Discurso en la Universidad de Antioquia al recibir el doctorado honoris causa, 1963)