WAYÚU
"Entonces preguntó el sapo:
Después de mi muerte, ¿quién de ustedes querrá acostar con mi mujer y disfrutar de ella?
Entonces todos los sapos respondieron al mismo tiempo:
¡Tayakay! ¡Tayakay! ¡Tayakay! ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo!
No fue más excelente la proposición, para aclamarla.
Pero en esos instantes el viejo se estiró, viró los ojos y murió sin antes arreglar el asunto.
Desde entonces todos los sapos se quedaron disputando la mujer de su tío; y diciendo:
Pooroy! ¡Pooroy! ¡Pooroy! es decir: ¡Yo soy! ¡Yo soy! ¡Yo soy!
Nombre que les quedó definitivamente, en alusión a la monótona algarabía que siempre forman los sapos y las ranas cuando llueve".