Agua: UN patrimonio que circula de mano en mano

WAYÚU

"Entonces preguntó el sapo:

Después de mi muerte, ¿quién de ustedes querrá acostar con mi mujer y disfrutar de ella?

Entonces todos los sapos respondieron al mismo tiempo:

¡Tayakay! ¡Tayakay! ¡Tayakay! ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo!

No fue más excelente la proposición, para aclamarla.

Pero en esos instantes el viejo se estiró, viró los ojos y murió sin antes arreglar el asunto.

Desde entonces todos los sapos se quedaron disputando la mujer de su tío; y diciendo:

Pooroy! ¡Pooroy! ¡Pooroy! es decir: ¡Yo soy! ¡Yo soy! ¡Yo soy!

Nombre que les quedó definitivamente, en alusión a la monótona algarabía que siempre forman los sapos y las ranas cuando llueve".

MITO WAYÚU. "Los Sapos", en Paz ipuana, Ramón, Mitos, leyendas y cuentos guajiros, Caracas, Instituto Agrario Nacional - Programa de desarrollo Indígena, 1972.