Sí y no. Existen espacios (instituciones educativas, galerías de arte, espacios de diseño y publicaciones) que realmente buscan explorar las posibilidades que las nuevas tecnologías permiten, como una plataforma de exploración y comunicación. Sin embargo, una gran cantidad de instituciones y de premios de arte siguen apuntando a la plástica en su concepción pictórica y no le abren su espacio a las nuevas tecnologías. Es importante crear más espacios, premios y reconocimientos a este tipo de trabajo que cada día crece más en Colombia.

Es relevante crear conciencia en la gente de que el arte tiene muchas posibilidades de expresión, pero ésta es una labor titánica en un país en el que la cultura se entiende como la sección de farándula al final del noticiero. Es labor de las instituciones culturales públicas y privadas buscar espacios para la difusión de estas prácticas.

Si bien Internet se ha convertido en los últimos años en una plataforma importante y casi imprescindible para muchos seres humanos, es primordial tener en cuenta que las estadísticas más recientes muestran que únicamente el 17% del planeta tiene acceso a este medio y que, de este porcentaje, la mayoría se concentra en Asia, Europa y Norte América.

Así como estas tecnologías conectan y abren nuevas posibilidades de creación, es innegable que también discriminan y exigen día a día un mayor poder adquisitivo.

Los pocos que estamos conectados deberíamos pensar en herramientas que permitan un mayor acceso a la información. Por ejemplo, el One Laptop per Child (Un computador portátil para cada niño).

Es importante entender que las posibilidades de la web 2.0 permiten descentralizar y en parte democratizar las formas de almacenamiento y comunicación.

No sólo los artistas sino también los diseñadores han empezado a utilizar estas herramientas como un espacio de interacción y creación de comunidad virtual que en ocasiones trasciende lo meramente digital con acciones como los Flash mob, convirtiendo a su vez este espacio en una especie galería alternativa a los espacios tradicionales.

Producir para que los demás produzcan.