Durante cerca de un siglo después de la Independencia, San Agustín fue el principal centro de investigaciones arqueológicas en Colombia, debido ante todo a su célebre estatuaria, que conforma la mayor concentración de esculturas megalíticas prehispánicas de América del Sur.
Dos de las estatuas fueron trasladadas a Bogotá en 1906, bajo la presidencia de Rafael Reyes, para formar parte de la Exposición Nacional del 20 de julio de 1907, y hoy se encuentran en el Museo del Oro. Una de ellas es de especial significación pues evoca a un escultor provisto de sus instrumentos de trabajo.