Fiestas y costumbres1873-02-19Caquetá, ColombiaTomo IX
Aunque el país es malsano, a consecuencia de los inmensos bosques que lo pueblan, el indio suele vivir en buen estado de salud, gracias a su sobriedad, aunque según creen, esto es debido al cotidiano uso que hacen de una sustancia llamada yoco.
Al amanecer se van todos a la orilla de la corriente más cercana, provistos de dos trozos de un bejuco conocido con este nombre, y de unos veinte a veinticinco centímetros de longitud, los cuales clavan en la arena a muy corta distancia, les extraen la corteza, raspándola con un isntrumento cortante; empapan bien en agua estas raspaduras, y exprimiéndolas luego con fuerza entre ambas manos, se toman el líquido que resulta, que es algo amargo y astringente, y de un color entre rosado y lechoso.
A este extraño desayuno atribuyen virtudes muy especiales para conservar la salud; lo beben con un placer extraordinario, y acostumbran durante la preparación del brebaje, a referirse mutuamente sus ensueños, que para ellos son casi artículos de fe, y en los cuales creen que tiene grande influencia el uso diario de su mantinal bebida.