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El baile de Chimbauque

Fiestas y costumbres 1883-12-30 Maracaibo, Venezuela Tomo XI
Una de las costumbres especiales de la localidad es el baile a que dan el nombre de Chimbauque o Chocho de San Benito: éste consiste en dar vueltas hombres y mujeres alrededor de un palo de dos o tres metros de altura en cuya extremidad superior hay un muñeco vestido caprichosamente, dando saltos y brincos al compás de los golpes de un tambor hecho de un tronco ahuecado y entonando a coro una canturía monótona y desapacible, pronunciando la palabra Chochos, repetida mil veces mientras dura el baile, el cual se interrumpe sólo para beber aguardiente y concluye por una embriaguez general, seguida o acompañada de todo linaje de excesos.

consiste en dar vueltas hombres y mujeres alrededor de un palo de dos o tres metros de altura en cuya extremidad superior hay un muñeco vestido caprichosamente

El Chimbauque es de muy difícil filiación, atendido su carácter y sus accidentes: en la monotonía del canto y el movimiento pausado y regular de los bailadores formando círculo, se parece mucho a los bailes simbólicos de los salvajes de varias tribus del Orinoco y del Amazonas; en los gestos y en las contorsiones que hacen con el cuerpo, tiene mucho de las danzas africanas, y en el muñeco alrededor del cual se mueven, tiene mucha semejanza con lo que en casi toda Colombia, aun en los lugares más civilizados, se llama bailar el angelito, que consiste, como hemos dicho antes de ahora, en colocar sobre una horqueta o palo bastante elevado el cadáver de un niño, vestido con telas de vivos colores y adornado con flores y ramaje, con el cual improvisan una procesión en la que la familia y los amigos van tocando y bailando al son de tiples y panderetas generalmente, continuando la diversión por uno o más días en la casa mortuoria y a veces en la del algún amigo, que pide el niño prestado para bailarlo, siguiendo en ocasiones la fiesta y la jarana hasta que el cadáver entra en putrefacción y lo conducen en la misma forma al cementerio.

La fiesta del angelito
Tomo XI
La fiesta del angelito
1883-12-30
Gutiérrez de Alba, José María
Acuarela sobre papel blanco
16,3 x 16 cm

Durante la noche que en el puerto permanecimos, no dejó un solo minuto de oírse el Chimbauque. Por la mañana veíanse alrededor de algunas casas grupos de hombres y mujeres aletargados por la embriaguez, hasta que los rayos del sol tropical llegasen a despertarlos.
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