Sátiro ecuestre
Gutiérrez de Alba, José María
1872-12-27
Acuarela sobre papel blanco
16,3 x 24,1 cm
Como el pueblo se hallaba aún entregado a las diversiones propias de estos días, veíanse en la plaza las barreras de guadua, levantadas para la lidia de toros, detalle imprescindible para que la diversión sea completa. Tenía ésta por complemento, muy natural también, la embriaguez a que se entregan sin reserva en estos días; y hombres y mujeres recorrían en cuadrillas más o menos numerosas los templos de Baco, donde rendían culto a esta divinidad pagana con frecuentes libaciones. Entre estos grupos, a que aquí dan el nombre de parrandas, y que generalmente van precedidos de tiple y bandola, se presentó uno de jóvenes a caballo, entre los cuales había varios que llevaban las piernas embutidas en zamarros de piel de cabra, que por tener el pelo sumamente largo, parecían otros tantos sátiros ecuestres, a quienes sólo faltaban los cuernos para ser completa la semejanza.