Más adelante encontramos otro bejuco de flores rojas y simétricamente colocadas como en el anterior, pero mucho más pequeñas y de forma distinta. La particularidad que se advertía en este era el tener apenas dos centímetros de diámetro, y el subir adheridos al tronco, en línea recta, hasta perderse entre el ramaje, distando las flores entre sí como unos veinte centímetros. Tomé de él una copia y seguimos adelante.