Cacería de dantas en el Caquetá
Gutiérrez de Alba, José María
1873-02-27
Acuarela sobre papel blanco
15,3 x 23,9 cm
Las dantas sacaron la cabeza por un instante y volvieron a sumergirse. Entonces una de las canoas se dirigió a aquel sitio, que era el más profundo del charco, y los indios empezaron a remover el agua con sus palancas. Los animales trataron de salir; pero tan pronto como llegaron al lugar en que ya el líquido no los cubría, se vieron rodeados de los perros por una parte, y por otra de las canoas. Entonces la madre tomó una actitud ofensiva y defensiva a la vez, siendo su principal cuidado la defensa de su cachorro. Los dos primeros perros que se le acercaron fueron al fondo aplastados por el rudo golpe que casi a un mismo tiempo les asestó la furiosa danta con sus patas delanteras armadas de tres pezuñas muy cortantes, mientras sostenía el cuerpo enteramente vertical, apoyándose sólo en sus patas traseras, y levantando al aire la especie de trompa rudimentaria en que termina su hocico. Ambos perros salieron aullando a la orilla, y los dos habían quedado fuera de combate con anchas heridas de las cuales brotaba la sangre en abundancia.