Empleamos estos dos días en descansar de las fatigas del viaje; y, mientras mi amigo evacuaba sus negocios de comercio, yo di la última mano a los dibujos de los días anteriores; tomé una vista de un nuevo puente de hierro sobre el Gualí, colocado dos años antes, en el mismo lugar donde se había levantado uno de mampostería en tiempos de la colonia, que después fue derribado por una gran creciente, y otra vista de las ruinas del convento de San Juan de Dios, que, como la mayor parte de los edificios hoy ruinosos, fue derrumbado por un terremoto en 1805, y no ha vuelto a reedificarse. Estas ruinas, como todas las de la población, ofrecen un aspecto bellísimo y en extremo original (por las muchas plantas, en su mayor parte parásitas y trepadoras, que se han apoderado de las grietas de los muros, y los adornan por todas partes con graciosos festones.