Gente1871-09-08Agua de Dios, Cundinamarca, ColombiaTomo VI
A las tres pasamos por el lazareto de Agua-de-Dios, compuesto de pobrísimas chozas, refugio de los pobres enfermos de elefantiasis, confinados en aquel lugar como el más a propósito para contener, siquiera por algunos días, los funestos estragos de aquella enfermedad horrible. A nuestro paso salieron algunos de aquellos desventurados seres, con sus rostros deformes y su aspecto de dolorosa resignación, a pedir una limosna.
En los alrededores de aquel desgraciado pueblo veíanse por todas partes las toscas cruces formadas de troncos o ramas de árboles, bajo las cuales reposan los míseros restos de las víctimas de una enfermedad tan cruel como implacable. Este es el espectáculo que constantemente se halla ante los ojos de los infelices moradores de aquel lugar triste y solitario, que esperan, quizás con impaciencia, la hora de aumentar aquella interminable serie de humildes sepulcros.
A nuestro paso salieron algunos de aquellos desventurados seres, con sus rostros deformes y su aspecto de dolorosa resignación, a pedir una limosna