Indios

Indígena “adj. El que es natural del país, provincia, o lugar de que se trata”.

Diccionario de la lengua castellana, cuarta edición, 1803
Real Academia Española

Indios “Los barbaros antiguos eran solitarios: solo veían en la naturaleza bosques interminables, fangos y lagunas, objetos monótonos que siempre les recordaban las mismas ideas. En los Indios acutales tiene la tetracidad un origen distinto. El temor servil en que los crían, la falta de ejercicios y de trabajo; en una palabra, la mala educación es la que los hace temblar delante de un Cura, de un corregidor, o de cualquiera otro que les excite la idea de superioridad”.

Semanario del Nuevo Reino de Granada, no 33
14 de agosto de 1808

Indios “Los gobernantes de la América, principalmente los que ocupan sus altos puestos, han venido todos, o los más, de la Metrópoli; pero con ideas de volverse a ella, a establecer su fortuna, y seguir la carrera de sus empleos. Los males de las Américas no son para ellos, que no los sienten; disfrutan solo sus ventajas y sus comodidades […] Su mesa se cubre de los mejores manjares que brinda el suelo, pero no sabe las extorciones que sufre el indio, condenado a una eterna esclavitud, y a un ignominioso tributo que le impuso la injusticia y la sin razón…”.

Camilo Torres
Representación del Cabildo de Santafé capital del
Nuevo Reino de Granada, a la Suprema Junta Central de España
(conocido como Memorial de Agravios) 20 de noviembre de 1809

Indios “Domingo 4. Se fue mucha gente a Bogotá y plantaron en dicha parroquia el árbol de la libertad; llevaron un cerezo con tierra y una gorra colorada a la mitad de la plaza, donde había un hoyo dispuesto. Iba una india con su corona bien dispuesta, con su corona de plumas. Salió una gran comitiva, con una música, de la casa del cura, doctor Policarpo Jiménez, y muchos sacerdotes y caballeros y señoras. Dieron vuelta a toda la plaza, y en llegando al lugar del hoyo dijo la india:

“Planto aquí el árbol que nuestros enemigos arrancaron con crueldad de este mismo lugar”.

José María Caballero
Diario de la Independencia
Refiriéndose a los eventos del 4 de febrero de 1810

Indios “los Indios de su vecindario, y jurisdicción, no han cedido a nadie en fidelidad, en el trabajo, y en aquel entusiasmo por sostener ilesos los derechos de su Rey; que ha servido de ejemplar, y admiración a las demás gentes. No es posible Señor Excelentísimo hazer en este papel la individual descripción de los sacrificios, y padecimientos, que han sufrido estos buenos vasallos por conservar su fidelidad, y sus deberes al Soberano…”.

El Protector de Naturales Juan Díaz Gallardo al presidente Toribio Montes
Pasto, 13 de diciembre de 1814

Indios “Francisco Xavier Melo, teniente; Juan de Dios Nieto, gobernador, y demas indios del pueblo de Guateque ante usted en el modo que mas haya lugar en derecho con el debido acatamiento decimos: que se nos exima por el pago de tributos de tres años atrasados, hallandonos en imposibilidad de verificarlos. Dos años permanecieron las tropas españolas residiendo en nuestro pueblo, en cuyo tiempo no solo nos ocuparon, sino que se llevaron nuestros viveres y pastos para sus caballerías. De suerte que teniendo un solo instante para el beneficio de nuestras tierras nos vimos en la dicha necesidad de vender nuestras cortas propiedades para sostenernos. Llego el día feliz de nuestra libertad pero cuando tratabamos de volver al trabajo, se nos compele al pago de los tributos que no hemos satisfecho por aquella razon. El que yace en miseria no puede dar, mucho menos si como nosotros no se le proporciona los medios de reabrirlo”.

Indios del pueblo de Guateque solicitan la exención del pago de los tributos, 1821

Indios “La iconografía independentista no podía estar más persuadida del espíritu de incorporar al indígena y la guerra simbólica probaría ser efectiva: en poco tiempo, la capital se denominaría Bogotá –ya no Santafé–, aunque el lugar original en el que había vivido el último cacique muisca se ubicaba en Funza, la cual tuvo el premio de consolación de ser declarada “Villa Imperial”, y en cuyo escudo se incluyó un bonete con plumas, sostenido por dos flechas indígenas, enlazadas por una cadena rota. En 1813, Antonio Nariño dio la orden de acuñar una moneda que reemplazara las representaciones de monarcas españoles con la figura de una india, instrucción que fue ratificada luego por Bolívar y Santander en 1823. Un año después, en 1814, se decidió no seguir celebrando el 6 de agosto como fiesta de la conquista, reemplazándola por la fiesta de la religión…Por supuesto, había algo tan exagerado en la nueva apropiación de la figura del indio que no faltó cierto humor. Entre los propios independentistas, por ejemplo, las monedas acuñadas por órdenes de Nariño eran objeto de broma y pronto las llamaron “chinas”, que era el nombre dado a las empleadas del servicio doméstico. No obstante las nuevas imágenes cumplían con el objetivo ante el enemigo: la misma moneda que producía la chanza en Bogotá era leída por un realista establecido en Quito, Pedro Pérez, como prueba irrefutable de que los criollos independentistas preferían ser indios que españoles católicos…”.

Carl Langebaek,
Herederos del pasado
, 2009

Indios “Casi al pasar de cinco siglos que se presenta un ser como al lado de un peregrino en medio de las sombras de la noche, así yo, en medio de las tinieblas de la ignorancia, he podido divisar el valle de la justicia y, antes de que llegue el término de mi vida, me he reflexionado presentarme privada y públicamente ante todas las sociedades que componen y cuidan de ese valioso tesoro, para que examinen detalladamente todas las vejaciones y atentados que han cometido violenta y villanamente los hombres, castigue sus culpas como lo merecen y de asimismo a cada cual los derechos que le corresponden”. (Manuel Quintín Lame, El Espectador, 23 de enero de 1922)

Así escribió Manuel Quintín Lame, dirigente nasa en la primera mitad del siglo XX, en un ver- tiginoso amalgama del pasado, presente y futuro. Para él, es precisamente la recuperación de la memoria la que funciona como el motor de su accionar en el presente y su proyección hacia el futuro. La construcción de un puente entre pasado y futuro permea las páginas de su libro, titulado Los pensamientos del indio que se educó dentro de las selvas colombianas. Lame esperaba que al asimilar su filosofía, los indígenas colombianos adquiriesen una herramienta para asumir su propio papel en la sociedad, lo que él calificaba como la “recuperación de su trono”.

La memoria histórica de Lame tiene varios orígenes. Por un lado, recurre a la tradición oral nasa, pero por el otro lado la combina con sus extensivas investigaciones bibliográficas.

La palabra “utopía” no significa un futuro imaginario inalcanzable. Las utopías son “idealizaciones basadas en la realidad”: el presente contiene las semillas concretas para un futuro alternativo y la utopía reside ahí. “Memoria” (el conocimiento del pasado) y “utopía” (el sueño del futuro) se filtran en la obra de Manuel Quintín Lame por el presente, por su acción en la sociedad.

Joanne Rappaport
Antropóloga
2010

Indios Las oportunidades políticas que se presentaron a los indios en el proceso de independencia propiciaron transformaciones al interior de las comunidades y en su relación con el estado. Durante los años 1810-1814, el sistema liberal que se implantó en España propuso cambiar radicalmente la posición de los indios en la nación española y, a lo largo y ancho del territorio hispano, los indios se apropiaron de la propuesta política liberal. Por diversas razones, los liberales buscaban integrar a los indios al sistema electoral en construcción. Con ello se cuestionó abiertamente la posición subordinada en la que se les había mantenido durante siglos.

Los indios reaccionaron positivamente frente a este debate, pero en las localidades surgieron conflictos por los intereses opuestos que coexistían dentro y fuera de las comunidades ante los prospectos del cambio. Por ejemplo, algunos indígenas del común estuvieron abiertos a transformar su estatus y pasar a ser ciudadanos iguales a los demás. Otros quisieron dejar de contribuir con el tributo a las cajas reales y republicanas. Para los caciques, sin embargo, este giro implicaba la erosión de su autoridad y en las primeras décadas del siglo XIX las autoridades tradicionales intentaron mantener sus privilegios.

La principal relación de las comunidades indias en Colombia con el nuevo estado resultó en la defensa de los derechos a la tierra colectiva contra el proyecto homogeneizador bolivariano que se planteó inicialmente en la Constitución de Angostura entre 1819 y 1821. En los lugares donde las comunidades habían logrado mantener tierras comunales, bajo la protección de la corona española, se rechazó ese aspecto del proyecto liberal. Rechazo que resultó en la revitalización de los componentes paralelos de la indianidad – la defensa de los derechos a la particularidad cultural y a la autonomía.

Algunos indios también se apropiaron de elementos del discurso nacionalista e incluso liberal, en la medida en que les convenía en su proceso de negociación con el estado. Por ejemplo, en la frontera entre los Andes y la Amazonia algunas comunidades comenzaron a cuestionar su autodefinición bajo el término de indio y públicamente se apropiaron del de “indígena”. Con esto buscaban resaltar su educación (o ilustración) y denotar una diferenciación social y política frente a los habitantes de las tierras bajas al oriente.

Marcela Echeverri
Historiadora
2010

Las definiciones con este simbolo fueron escritas especialmete para esta publicación.