Palabras que nos cambiaron: lenguaje y poder en la independencia

“Apreciad, pues, como debéis, el preciosísimo don de nuestra libertad; disponeos a morir, primero que perderla; y para conservarla eternamente, observad las siguientes máximas:

Uníos en un solo cuerpo a fin de haceros fuertes e invencibles, porque el lazo de tres cuerdas dificultosamente se rompe […] Olvidad vuestros resentimientos […] Asegurad vuestros puertos, y no déis entrada por ahora a los enemigos de Europa…”.

Camilo Torres Tenorio y Frutos Joaquín Gutiérrez Motivos que han obligado al Nuevo Reino de Granada a reasumir los derechos de la soberanía…
25 de septiembre de 1810

“La libertad de la Imprenta, este baluarte inexpugnable de la libertad política y civil de los pueblos, tiene dos clases de enemigos; los preocupados, y los hombres de mala fe. Los primeros porque no la conocen, y los segundos porque la temen”.

Aviso al público, no 19
2 de febrero de 1811

“Cuando el Ser Supremo pronunció la libertad de los pueblos de América y la destrucción de sus opresores no fue desde luego con otro objeto que con el de hacerlos más virtuosos, más justos y más dignos de volver a ejercitar sus derechos primitivos. Al trabajar en la gran obra de nuestra regeneración política, a cada paso se presentan unos seres degradados, hombres a quienes el bárbaro gobierno de España a tratado con la última abyección y condenado a ser perpetuamente esclavos […] La Legislatura de la República de Antioquia decreta:

Artículo 1º. Los hijos de esclavos que nazcan desde el día de la sanción de esta ley serán libre, y como tales se inscribirán sus nombres en los registros cívicos de las municipalidades…”.

Juan Bautista del Corral
Ley sobre la manumision de los hijos de los esclavos
Medellín, 20 de abril de 1814

“Americanos dignos de este nombre, postergaos conmigo ante la imagen augusta de la Libertad, para expiar nuestras culpas! Invoquemos los manes de esos ilustres varones que tan fielmente la sirvieron. Sombras respetables de Bruto, de Caton, de Aristides, de Cincinato, de Marco Aurelio, y de Franklin, venid en nuestro socorro! (…) Nosotros la hemos adornado con las insignias del despotismo: nosotros hemos manchado su hermoso rostro con los sucios colores del Libertinage: nosotros hemos confundido sus dones con la codicia y la ambición (…) Libertad Santa! libertad amable, vuelve a nosotros tus benignos ojos”. Antonio Nariño La Bagatela, suplemento no 7 25 de agosto de 1815

“Persuadamos a los pueblos que el Cielo nos ha dado la Libertad para la conservación de la virtud y la obtención de la Patria de los justos. Que esta mitad del globo pertenece a quien Dios hizo nacer en su suelo y no a los tránsfugos transatlánticos, que por escapar de los golpes de la tiranía vienen a establecerla sobre nuestras ruinas. Hagamos que el amor ligue con un lazo universal hijos del Hemisferio de Colón, y que el odio, la venganza y la guerra arranquen de nuestros seno, y se lleven a las fronteras, a emplearlos contra quienes únicamente son justos, contra tiranos”.

“Entrada del gobierno de las Provincias Unidas de la Nueva Granada a la ciudad de Santafé”
Gaceta Ministerial de Cundinamarca, no 207
26 de enero de 1815

“La posición de los moradores del hemisferio americano ha sido, por siglos puramente pasiva: su existencia política era nula. Nosotros estábamos en un grado todavía más abajo de la servidumbre, y por lo mismo con más dificultad para elevarnos al goce de la libertad”.

Simón Bolívar Carta de Jamaica
6 de septiembre de 1815

Históricamente, la libertad como un valor social madura en íntima dependencia con el desarrollo de la esclavitud. De esta forma se entiende que desde mediados del siglo XVIII cuando el mundo atlántico es sacudido por profundas revoluciones sociales y políticas la retórica republicana sobre la libertad emerja a la par con la retórica de la abolición de la esclavitud. Esta relación de dependencia, es sin embargo profundamente conflictiva. En el continente europeo estas contradicciones no se manifestaron con la fuerza y con las consecuencias con las que lo hicieron en las colonias europeas del Caribe y de las Américas, en donde los esclavizados y sus descendientes representaban en muchos casos, la mayoría de la población.

En el contexto de las luchas independentistas en Hispanoamérica la idea de la libertad, era efectivamente, diferente para los caudillos que para los esclavizados. Para aquellos, la libertad era una metáfora política para significar la dominación de un estado sobre otro como lo ilustran las palabras del colombiano José Felix de Restrepo, que refiriéndose a España dice: “nos trataba como a manadas de bestias, monopolizaba el comercio, nos mantenía en la ignorancia, y nos negaba los empleos lucrativos”. Para los esclavos la libertad debía romper una relación entre individuos, debía transformar unas identidades sociales que se habían construido como interdependientes: amo y esclavo. Esta ruptura tenía consecuencias económicas, sociales y políticas que afectaban la estructura misma de la nación en ciernes y se convertía en una amenaza para el ideal criollo de libertad. Por un lado ponía en peligro el sistema de explotación económica de la que dependía una gran parte de la riqueza colonial, por otro lado, integraba a los libertos al ejercicio de la representación política. Por estas razones, ni los constitucionalistas españoles de Cádiz, ni los defensores de la abolición de la esclavitud en Hispanoamérica lograron poner en efecto leyes de libertad inmediata de la esclavitud.

De hecho, la retórica abolicionista no contemplaba la integración de los libertos a las sociedades republicanas. En Europa el problema de la libertad de los esclavos debía confinarse a las Islas del Caribe, en donde se impusieron formas precarias de trabajo para mantener a los libertos sujetos a las plantaciones. En la Federación Americana los estados abolicionistas hicieron planes para repatriar a los libertos al África y la asimilación a la ciudadanía de los descendientes de esclavizados africanos ha sido hasta el día de hoy una arena de lucha social y política. La libertad durante el siglo XIX y en particular en Hispanoamérica fue un concepto fracturado, transido de profundas contradicciones y en el que la lucha por la libertad de los esclavos representaba el germen de la contradicción fundamental sobre la que se construyó un ideal de libertad y democracia política precario y excluyente.

María Eugenia Chaves
Historiadora
2010

Eterno sueño de naciones dignas sólo realizable si se logra vencer el temor a la independencia.

Jaime Echeverri
Escritor
2010

”LALYBERTAD
Lo que en el margen se advierte
A voces se pedirá:
La ocasión dará la suerte
Y podremos respirar
Bien claro se nos ofrece
Este partido apurar
Rayos exale el infierno,
Trastorne la facultad
Acábese este gobierno
De tanta incomodidad”

Pasquín en Cartagena
22 de febrero de 1795