Voz
El archipiélago recibió desde los primeros años del siglo XVI y durante todo el periodo colonial, una fuerte influencia de los colonos británicos y de esclavos africanos, que ayudaron a dar forma a las tradiciones musicales del archipiélago.
Con los asentamientos ingleses y después americanos, se fortaleció la presencia de iglesias bautistas y protestantes, caracterizadas, entre otras cosas, por su fuerte relación con la música. Dentro de ella, la voz juega un papel fundamental y cumple una función melódica.
La música góspel, entre ellas, tuvo un papel importante en la música de las islas del Caribe, y también en San Andrés y Providencia, y aún hoy sigue siendo uno de los referentes fundamentales de la música coral. En ella, además, las mujeres han cumplido un papel central, siendo los referentes principales de los coros.
No todas las voces en las músicas del archipiélago están asociadas a la tradición religiosa y espiritual, pues la voz tiene también un papel líder, junto a la mandolina, en los formatos de los grupos populares, como en el mentó, el calipso y sus variaciones.
Por eso mismo la voz se puede considerar un instrumento melódico, de carácter potente y que generalmente se caracteriza por su sonido nasal.
La voz en la música popular mantiene un componente espiritual y emotivo importante, y es también un lugar para la expresión de las identidades isleñas, dado que una gran parte de las canciones de los ensambles están en creole; un símbolo de las múltiples culturales que han coincidido en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.