TEXTO CURATORIAL

"A veces pienso que nos gusta sentir miedo"
Paul Virilio

El desequilibrio es un estado en el que la persona no puede mantener un balance adecuado en relación con la línea de horizonte. Se habla del vértigo como la pérdida del equilibrio y como la incapacidad de movilizarse en un espacio determinado, pero también como un deseo de atrapar o de sumergirse en lo desconocido.

En cada uno de los proyectos seleccionados para esta versión de Nuevos Nombres se evidencia cierta inestabilidad, incertidumbre, sensación de peligro o deseo de un cambio que nos hace vislumbrar la posibilidad de un nuevo horizonte. Llevan implícito el desequilibrio previo a la caída y, sin que veamos el accidente, podríamos asegurar que este no es ajeno al devenir de cada uno de los artistas. Encontramos además que, sin ser explícita, surge en todas las propuestas una postura frontal y decidida para trabajar desde el cuerpo, presente a través de la tensión entre los materiales en relación con el contexto que los contiene.

Los artistas de Nuevos Nombres estructuran sus proyectos con una especial sensibilidad por la manera como el entorno opera dentro de las pulsiones que manejan en sus obras; la fuerza de gravedad o el deseo contenido son algunas de estas variables. Cada uno de estos proyectos nos hace abrir nuevas rutas de percepción del tiempo, del espacio y de nuestro cuerpo. En el instante en que logramos dejarnos llevar por el vértigo de la extrañeza y de la transgresión de la forma vemos que, en las obras, hay un movimiento que nos lleva y nos aleja de ellas permanentemente pues trabajan conscientemente desde el cuerpo y sin embargo huyen de él, lo abstraen, lo desglosan, lo vuelven metafóricamente informe, es decir, lo desequilibran.

Andrés Gaitán y Rosario López, curadores