Entre 1985 y 1990 se realizaron algunos estudios acerca del uso que le daba el público a la Biblioteca, a fin de reunir elementos para planear la nueva ampliación. Igualmente, se hizo el estudio para planificar la migración del catálogo físico a una base electrónica. La Biblioteca estuvo cerrada durante un año. Entre tanto, se gestó la red de centros culturales del Banco de la República, hecho que en sí mismo es especial.

A raíz de la sistematización bancaria, algunos edificios construidos por el Banco en diferentes ciudades del país resultaban ya demasiado grandes para su uso original. Por eso se tomó la decisión de adecuarlos para que funcionaran como bibliotecas, áreas culturales o sedes del Museo del Oro. En algunas ciudades fue necesario adquirir o restaurar edificios históricos para albergar las nuevas bibliotecas. La BLAA se convirtió así en la cabeza de una red de bibliotecas que hoy cuenta con 19 sedes. El Banco tiene presencia cultural en 28 ciudades en las que combina actividades musicales y artísticas con los servicios bibliotecológicos y centros de documentación regional. También ha extendido la red de Museos del Oro a siete ciudades.