— CARLOS ALBERTO RODRÍGUEZ F.
Después de un año de trabajo, don abel completó
más de 200 ilustraciones en un proceso que implicó la búsqueda
de la técnica pictográfica que más se le acomodara a
lo que quería mostrar de los árboles. Por esta razón exploró
desde el lápiz, el carboncillo, micropunta, plumilla, colores,
pastel, témperas, acuarela, hasta lograr con una combinación
de tinta china negra y tintas de colores darle vida
a los árboles y al bosque. Uno de los mayores problemas era
encontrar las gamas adecuadas de colores y tonos de azul
y verde para diferenciar cada especie, colores que se confunden
y tienen el mismo nombre para los indígenas. Una
situación similar se presentaba también para los colores de
las cortezas, debido a que cambian mucho color de acuerdo
con las horas del día y la luminosidad que les llega.
Una vez ilustrados los grupos de árboles, se comenzó
un proceso detallado de información y documentación
para incluir aspectos como la fenología, o los cambios que
presenta el árbol a lo largo del año en cuanto a pérdida de
hojas, floración y fructificación. Para esto se crearon ilustraciones
complementarias y se incluyeron detalles de sus
hojas, flores y frutos de manera muy similar a como aparecen
las ilustraciones de los herbarios.
Al concluir el proceso de ilustración de los grupos de
árboles con su información complementaria, se pasó a
una nueva fase que consistió en la ilustración del bosque
para mostrar una dimensión integrada de la botánica y
la ecología, y no sólo de la sistemática. Así, se realizaron
varias ilustraciones del bosque, partiendo también de los
tipos de bosques como los de rebalse y monte firme. El
dibujar el bosque le da una nueva visión al árbol aislado, y
al presentarlo como parte de un conjunto mayor en donde
interactúa en un tiempo y un espacio determinado, le da
una mayor noción ecológica. Dibujar el bosque es un desafío
mayor, ya que requiere de una visión integrada en la
que se complementan troncos, copas, ramas y hojas, de
los árboles individuales crear con sus congéneres nuevas
dimensiones.
La selva también fue dibujada de memoria y representa
secciones del monte muy bien conocidas y dominadas por
don Abel, lo que muestra la finura de las formas de percepción
y apropiación de la naturaleza por los indígenas.