El nombrador de las plantas: la botanica amazónica desde el saber indígena

— CARLOS ALBERTO RODRÍGUEZ F.

DE LA SELVA Y SUS CAMBIOS ESTACIONALES

Al igual que con las ilustraciones de los árboles individuales, para los dibujos del bosque se pasó de una ilustración única, estilo fotografía instantánea, a mostrar la visión dinámica y las transformaciones estacionales a lo largo del ciclo anual y el calendario ecológico de la selva. Para los bosques de las zonas templadas los cambios estacionales son muy evidentes, pues muestran sus caras de primavera, verano, otoño e invierno con enormes transformaciones, pero en la selva también se dan esos cambios, aunque en escalas no tan evidentes, pero claramente reconocibles, en especial para los indígenas.

Los cambios estacionales de la selva se encuentran bien documentados en el conocimiento tradicional y el saber cotidiano, la mitología de origen da cuenta de los tiempos del bosque y de los procesos que allí ocurren, los cuales deben ser manejados por el chamán en acuerdos previos con los “dueños” espirituales de cada época del año, “puesto que los tiempos también tienen dueño”.

Ilustrar los cambios que ocurren en el ciclo anual en cada tipo de bosque resulta maravilloso, porque a partir de esto se pueden observar en una serie de láminas los cambios del bosque, de sus árboles, de sus procesos fisiológicos y de sus interacciones ecológicas con la fauna. En otras palabras, al observar las láminas se puede descubrir la dinámica de la selva a través de los ojos de un artista indígena con su fina mirada.

En los discursos tradicionales sobre el calendario ecológico se hace mención a las especies que van apareciendo en cada temporada, como la época de gusano, la época de chicharra, el verano de piña, etc, para señalar a manera de indicador lo que sucede en toda la selva y de acuerdo con esto programar las actividades como la cacería, la pesca, el cultivo o la cosecha de los productos agrícolas y la recolección de productos del bosque. De igual manera, el ciclo anual está asociado con la aparición de enfermedades y, por lo tanto, con su prevención, por lo que el tiempo también se cura con tareas chamánicas y rituales entre las que se incluyen los bailes que se deben realizar en cada época, con el fin de curar el mundo de sus enfermedades. Si se observa con detalle las ilustraciones de don Abel se logra comprender el nivel del conocimiento asociado a los cambios estacionales, su sofisticación y precisión. Esto sólo es posible cuando existe una gran cercanía con la naturaleza y un cúmulo de conocimiento que permite interactuar con ella para la vida y el buen vivir de los humanos.