Colombia y el Arte Pop / Entrevistas

Entrevista a Fernando Uhía

Pele unpublished
Pele unpublished 
Andy Warhol 
© 2009 Andy Warhol Foundation for the Visual Arts / Artists Rights Society (ARS), New York
1. ¿Qué entiende usted por arte pop?

Los artistas Pop lucharon siempre contra el subjetivismo del Expresionismo Abstracto (en Estados Unidos) y los lacónicos restos del victorianismo (en Inglaterra), por lo que supuso una enorme liberación para el arte mundial.  Por otro lado, es el arte que le corresponde al exagerado optimismo que vino con el fin de la Segunda Guerra Mundial, lo que quiere decir que es el arte que muestra claramente la hegemonía gringa sobre el mundo a punta de exportar el American Way of Life, proceso que sigue vivito y coleando. De ahí la importancia de estudiar el arte Pop y sus ramificaciones de hoy en día.

2. ¿Cómo se recibe el arte Pop en Colombia?

Fue un movimiento que nunca se entendió completamente en Colombia, país más dado a la retórica poética que a la comprensión sensorial de los hechos; aún se enseña pobremente en nuestras escuelas de arte. La gente cree que es un juego o una moda hiperplay.

3. ¿Cuál cree usted que fue el mayor aporte de Andy Warhol?

Literal y afortunadamente, matar el arte entendido como poética o como subjetivismo. Después de Warhol las fuentes artísticas se ubican en elementos exteriores al sujeto, en los contextos más que en el yo interior. Actualmente ese hecho tiende a ser problemático porque muchos supuestos artistas entienden ese legado como la trivialización de la experiencia artística, lo que no tiene nada que ver con Warhol.

4. ¿Encuentra relaciones de semejanza o diferencia entre su propio trabajo artístico con algún elemento formal o conceptual en la obra de Andy Warhol?

En mi caso una parte de su influencia es notoria, pues busco mis fuentes en ropa deportiva, logos publicitarios multinacionales y películas de acción. Pero, por otro lado, me interesa resucitar la apariencia de las pinturas del Expresionismo Abstracto o los ambientes bucólicos para evitar la apariencia “pop,” tristemente cooptada por la publicidad y la cultura mediática.