Vida de Humboldt
Extractos de sus diarios

Índice

- Fin del viaje de Cuba hacía la Colombia de hoy
- Puerto de Cartagena
- Estadía en Cartagena y Turbaco
- Viaje a Turbaco
- Volcanes de aire de Turbaco
- Viaje por el río de la Magdalena (hasta Mompox)
- Sobre los Bogas y Remeros
- Llegada a Mompox
- De Mompox a Honda
- Experiencias sobre la respiración del Cocodrilo
- Comercio en el Río Magdalena
- Mapa del río de la Magdalena
- Arribo a Honda
- De Honda a Santa Fe
- Arribo a Santa Fe
- Descubrimiento de la Quina cerca de Santa Fe
- Cerveza de Quina
- Educación en Santa Fe
- Ciudad de Santa Fe
- Viaje al Cerro de Guadalupe cerca de Santa Fe
- Viaje a Monserrate cerca de Santa Fe
- Materiales para conformar el plano topográfico de la Sabana de Bogotá
- Viaje por el Meta desde Carichana hasta Santa Fe
- Viaje a Zipaquirá y a la Laguna de Guatavita
- Viaje al Salto del Tequendama
- Viaje de Santa Fe a Popayán
- Estadía en Pandi y camino a Ibagué
- Ibagué
- Medición del Tolima
- Volcán de Puracé
- Materiales para hacer el plano de Popayán
- Viaje al Volcán de Puracé y la tetilla de Julumito
- Viaje de Popayán a Almaguer
- Chocó
- Entrada a Santa Fe
- Viaje por la cordillera de los Andes
- Santa Ana
- Sobre el barniz de Pasto
- Volcán de Pasto
- Vegetación Ideas
- Viaje de Pasto a Quito

 

Viaje al cerro de Guadalupe cerca de Santa Fe

Durante mi estadía en Santa Fé me insistieron mucho para que midiera la altura de esta montaña sobre la cual se tenían muchas dudas. En un papel público (Correo Curioso) se le atribuían 431 varas mientras que el señor Caldas de Popayán encontró 769 varas. Yo tenía bastante confianza en esta última medida debido a la armonía que encontré entre mi observación de la altura de Santa Fé y la de este joven físico. Sin embargo, las medidas del señor don Domingo Esquiaqui y del señor Mutis eran diferentes. Acepté interesado la ascensión puesto que esta expedición me daba la oportunidad de colocar a Guadalupe en el perfil o nivelación barométrica que hice desde Cartagena hasta Santa Fé, y por que me pareció interesante determinar las fuerzas magnéticas, el punto de ebullición del agua... en una altura tan grande. He aquí los resultados de este trabajo.

Santa Fé está situada al pie de una elevada cadena de montañas que formó antiguamente la costa oriental del gran lago de Bogotá, que desde el Sumapaz hasta la Mesa, separa, de sur a norte, el valle del Magdalena de las inmensas llanuras del Meta y del Orinoco. La más alta cima de esta cordillera es el páramo de Chingaza, desde donde se tiene una vista de las llanuras del Orinoco y las montañas de nieve del Quindio. El descenso de esta cordillera por oriente es más rápido aún que como lo es por el oeste y todos los intentos de descender a la provincia de Casanare han quedado frustrados por los precipicios. Es por eso que no se va a los llanos sino mediante dos grandes rodeos, sea al norte por Tunja y el páramo de Tuquillo, sea al sur por el camino de Cáqueza y el Paso de la Cabuya. Si se pudiera perforar un túnel atravesando la montaña (como los romanos lo intentaron en Cormoyeur y en la vía blanca de Savoya) no se encontrarían más de 12 leguas de camino desde Santa Fé a los Llanos, en tanto que al presente se gastan 20 días. Pero se necesitaría que la galería tenga una pendiente de 1340 toesas. Esta Cordillera divide las aguas; aquellas del lado occidental (Río de Bogotá) llegan al Magdalena; aquellas del declive oriental (el Río Negro...) al Orinoco y las que corren del lado sur (de Sumapaz y la Serranía de Neiva) se vierten al Guaviare y al Amazonas. Esta cadena de montañas es entonces muy interesante según los relatos; divide los pueblos que viven en los climas de 4° - 10° de los que soportan una temperatura media de 23°; separa aquellos que cultivan un suelo pedregoso, sembrados en aridez europeos de los que viven en los Llanos llenos de bueyes salvajes, tigres y boas. Es como si Suecia estuviera a dos pasos de los desiertos de Africa, pues por una parte el termómetro en Santa Fé nunca desciende por debajo de 0°, no nieva como en Suecia en donde hay la ventaja de gozar de 3 a 4 meses de verano y de larga permanencia del Sol sobre el horizonte; en tanto que Santa Fé (en la gran sabana de Bogotá) la vegetación se entume eternamente bajo un cielo nebuloso, ningún fruto madura por la falta de Sol, no se ve sino una llanura carente de árboles y de verdor, con un perpetuo aspecto otoñal... Un habitante de Santa Fé ignora lo que es la tupida sombra de un bosque. ¡Que contraste en la Naturaleza! Las tristes sabanas de Bogotá, los campos sembrados de trigo y avena, en medio de 2 grandes valles, alargado y estrecho el uno, cubierto de bosques de palmas, de majestuosos Bombax, Aeginetia, Anacardium Caracoli, de Myristica, y, el otro que se prolonga en las llanuras inundadas (el valle del Orinoco y del Meta), con solo pastos de Paspalum, de Sacharum y de Kyllingia...

La devoción ha construido capillas sobre las faldas de la cordillera al pie de la que está situada Santa Fé, las ermitas de Belén, Egipto, Guadalupe, y Monserrate. Estas dos últimas, las más elevadas, están separadas por un valle estrecho, formado al parecer por un temblor de tierra. Es más un valle que una garganta. Las capillas de Guadalupe y Monserrate (la primera mas al sur) se divisan desde la entrada de la Boca del Monte, y uno cree ver dos fortificaciones que dominan la ciudad.

El 25 de julio subí a pie, mis compañeros, don Mariano Montenegro, don Pedro Groot y don Pedro Ayala me seguían a caballo. El tiempo era terrible. Un frío de 8°R, una lluvia penetrante, viento, es decir, todo lo que puede sufrirse a la altura del Etna. El camino va serpenteando y presenta temibles precipicios. La vegetación alpina es muy bella. Solo arbustos de 3/4 a 1 ½ toesas de altura, parecidos a los Mirtos y a los Juniperos, característica típica de las regiones que había escalado, los Brathys juniperina, decursata..., el Lysianthus grandiflorus, el Segesbekia, la Alstonia Theiformis, la Espelettia (el Frailejón), la Castilleja, Lobelia, Wintera granadensis, Weinmania pinnata, Ericaula, Hippia, Dichondra, Melasthoma de corolas amarillo y púrpura, la Rothmania y numerosas Syngénésistes sobre sus césped de Cryptógamas, de Lichen paschalis... sobre una capa vegetal negra como la de los Alpes suizos.

La cumbre del peñasco de Guadalupe y 2/3 de la montaña son la formación de arenisca antigua con un cemente arcilloso, parecido a la Honda pero no contigua. Las sabanas de Bogotá, el antiguo lago desecado, presentan una formación de rocas peculiares secundarias, que reposan sobre el esquisto primitivo de Villeta y de Chingaza y que se encuentran [vacío en el texto] toesas más elevadas que la formación de arenisca, yeso y piedra calcárea del Valle del Magdalena, a la que es idéntica. Esta arenisca es muy cuarzosa en Guadalupe, y está mezclada con capas de mineral de hierro oscuro y de óxido amarillo. La capa, inclinada irregularmente, se dirige casi siempre hacia el sureste. En el pie y en el primer tercio de la montaña la piedra calcárea densa esta superpuesta a la arenisca. No vi conchas.

_______________

Véase p. 80. Por lo tanto yo creí que la caliza (no?) alcanzaba la altura.

[Adición posterior:]

Altura. El señor Mutis hacía las observaciones correspondientes al mediodía. Reduciendo la lectura de su barómetro al mío, la altura del mío era, en la iglesia de Guadalupe, a mediodía, de 229,9 líneas, termómetro 8,5°R; en la casa de la Expedición Botánica, en Santa Fé, 248,8 líneas, termómetro 13°R. Esto da por el método simple 343,1 toesa, por el método del señor Tralles, con corrección por temperatura, 336,5 toesas más altas que la casa del señor Mutis. El señor Mutis encontró barométricamente, hace 15 años, más alta que su casa, 357 toesas. El señor Caldas encuentra, calculando por el método antiguo, reduciendo la altura a la de Pichincha, 329 toesas, concordancia aparente puesto que la diferencia del cálculo indica datos diferentes. Obtuvo en Santa Fé 247,3 líneas y en Guadalupe 228,7 líneas; no corrige por el termómetro. Yo encontré, por el método de Tralles y Rrembly. una altura del piso de la iglesia de Guadalupe, de 1706,9 toesas sobre el nivel del mar.

[Adición:]
El señor Esquiaqui, quien midió trigonométricamente con una plancheta de madera sin divisiones, encontró 375 toesas sobre la Alameda, que será 20 toesas sobre el nivel de la plaza mayor.

Don Antonio Nariño encontró 730 van, sobre Santa Fé (plaza de San Francisco). ¿Habrá deducido barométricamente 1/30 como Bouguer?

La misma mañana, con el mismo termómetro, en el mismo recipiente y con la misma agua hice el experimento del agua hirviendo. Encontré en Santa Fé (a las 9h) que el agua hirviente estaba a 205, 8° F; en Guadalupe 201, 7° F. En Quito tendré la ocasión de rectificar la escala en caso necesario.

[Adición: ]
Acabo de rectificar la escala, que es muy equivocada, de un bello termómetro de Nairne; los 205,8°F equivalen a 198,6; los 201,7° equivalen a 194,0° V.p. 82.

La brújula del ciudadano Borda da la inclinación magnética en Santa Fé:

Máxima 27° 30   226 oscilaciones en
Mínima 27° 00
nouv div.
10 minutos.
En Guadalupe:    
Máxima 27° 00   226 oscilaciones en
Mínima 26° 60   10 minutos.
    (en Santa Fé 226 oscilaciones en 10 minutos).

Entonces, la inclinación en la montaña era de 27°, 15 – 26°, 80, igual 0° 35 menos que en Santa Fé. Observación repetida a menudo y con mucho cuidado.

El higrómetro marca un poco menos de sequedad que en Santa Fé. En Guadalupe se sostiene todo el día entre 40 y 42° de Deluc. En Santa Fé, 36 – 38°. Pero estábamos siempre en lo alto envueltos en nubes. Son los vapores que se levantan desde la sabana hasta esta altura. El aire enrarecido no puede disolver sino poca agua e instantáneamente la precipita. Por esta razón el higrómetro, en medio de la bruma, no marca sino 42° teniendo en cuenta que el instrumento, estaba colocado al aire libre, pero protegido de las gotas de lluvia que caían.

[Adición:]
El agua hierve en Santa Fé a 198,7° F. exactamente.

Yo medí, nivelé, el 4 de agosto, la ciudad con respecto al piso de la catedral:

Casa del Sr. Dr. Mutis 249.2 lineas 0 toesas
Capilla de N. Sra de Egipto 246.9 40,2
Capilla de Belén 248.8 6,9

[Adición:]
Don Domingo Esquiaqui encontró, en 1784, una distancia horizontal de 766, 7 toesas entre Guadalupe y Monserrate.

Se me olvidó recoger aire en Guadalupe; por eso me interesaba tanto subir a Monserrate, de donde lo traería, con cielo sereno y sin viento. En el mismo momento el señor Mutis lo recogía en Santa Fé. La misma tarde analicé las dos muestras según mi método. El aire de Santa Fé (que encontré generalmente muy puro; el frío y la ausencia de vegetación impiden la absorción y fermentación del oxigeno), debido a la altura, debería tener menos oxígeno que en Mompós o en Cumaná, el oxígeno pesado desciende a los lugares más bajos pero la ausencia de putrefacción compensa ampliamente este efecto y ésta última causa es más activa e interesante que la primera. El 15 de agosto el aire de Santa Fé tenía 97,5’ grados de Fontana, el aire de Monserrate tenía 100 grados de residuo. En los resultados de las tres experiencias hay menos de ½ grado de diferencia. En consecuencia, el aire de Santa Fé contiene 0,290 de oxígeno y el de Monserrate 0,281. Podríamos imaginarnos porqué el aire de Santa Fé es mas malo que el de la montaña pero no hay causa imaginable que pudiera hacer entrever por que el aire de la montaña es impuro si el cielo estaba sereno y hace menos de 8 horas que el aire recogido está en contacto con el agua en la cual se transporta (contacto que, como se ha comprobado en numerosas experiencias, no altera la calidad del aire atmosférico en un día y medio). Es necesario entonces atribuir esta disminución de oxigeno a la elevación del sitio y esta observación está de acuerdo con las experiencias que yo hice con el aire de Geisberg en Salzbourg, con el aire recogido por Garnesin en su viaje aéreo con el aire recogido por mi en el pico de Teyde y que no tenía sino 0,194 de oxigeno. La diferencia de 290 toesas de altura que hay entre Santa Fé y Monserrate produce una diferencia de 0.009 de oxígeno. La diferencia de altura entre el Orotava y el pico de Teide, de 1917 toesas, produce una diferencia de 0.086 de oxigeno. No se atreve uno a pensar que puede haber una progresión de la disminución de oxigeno en relación con la altura de las regiones. La disminución depende de mil causas químicas que hacen descender el oxigeno un día mas que otro en las regiones bajas.