— MAURICIO NIETO
“...estas eminencias de nuestro globo, que variando nuestra morada nos llenan de presentes preciosos y de todas las comodidades de la vida, varían nuestra temperatura y nuestro clima. Ellas son la causa y dan origen á las fuentes y á los ríos: ellas acumulan las nieblas, dan direccion à los vientos y aumentan ó disminuyen las lluvias”1.En un plan que Caldas le presenta a Mutis en 1802 ya se esboza esta idea con claridad:
“En este momento, ¡qué bello, qué interesante sería poner al frente de la flora de Bogotá una carta botánica del Reino, que así quiero llamar una carta en que, suprimiendo tánto pueblo obscuro, tántos arroyos de ninguna consideración, se substituyeran en su lugar las plantas útiles a las artes, al comercio, á la salud. ¡Qué placer ver de una ojeada la patria del cacao, del té, de la nuez moscada, del almendrón, de la quina, etc.!”2.
No podemos olvidar que la presentación de la altura de las montañas americanas y su relación con la temperatura jugaron un papel clave en los debates sobre el influjo del clima sobre los seres organizados. Una idea común entre reputados naturalistas europeos como el Conde de Buffon era que el clima es un factor determinante en la constitución de los seres vivos. El clima americano en particular —para autores como Buffon o De Paw— produce criaturas débiles y degeneradas. Los criollos aceptan el poder del clima y la autoridad de los naturalistas europeos, pero las implicaciones de Buffon para el Nuevo Mundo serán matizadas por la enorme variedad de climas que ofrecen las cordilleras americanas. Gracias a su altura en el trópico existen climas idóneos o incluso mejores que los climas europeos para el florecimiento de la cultura y la civilización.
--------------------------------
1. Francisco José de Caldas, “El influxo del clima sobre los seres organizados,
por Don Francisco Joseph de Caldas, individuo meritorio de la Expedición
Botánica de Santafé de Bogotá, y encargado del Observatorio Astrnómico de esta
capital”, en Semanario del Nuevo Reyno de Granada, núm. 22, Santafé de Bogotá, 29
de mayo de 1808, p. 258.
2. Francisco José de Caldas, “Memoria sobre el plan de un viaje proyectado
de Quito á la América Septentrional, presentada al célebre director de la
Expedición Botánica de la Nueva Granada Don José Celestino Mutis, por F. J.
de Caldas”, Francisco José de Caldas, “Memoria sobre el origen del sistema de
medir las montañas y sobre el proyecto de una expedición científica”, en Jorge
Arias de Greiff, Alfredo Bateman, Álvaro Fernández Pérez y Andrés Soriano
Lleras (eds.), Obras completas de Francisco José de Caldas, Bogotá, Imprenta Nacional,
1966, p. 309.
* Para un trabajo más extenso sobre este tema, véase Mauricio Nieto, La obra
cartográfica de Francisco José de Caldas, Bogotá, Ediciones Uniandes, Academia
Colombiana de Historia, Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales, ICANH, 2006.