Viaje de Humboldt por Colombia y el Orinoco
Magdalena


Este es un listado de las ciudades visitadas por Humboldt en el orden como fueron recorridas por el viajero:

:: Orinoco
:: El zapote
:: Cartagena
:: Turbaco
:: Mompox
:: Magdalena
:: Honda
:: Mariquita
:: Guaduas
:: Zipaquira
:: Guatavita
:: Tequendama
:: Fusagasuga
:: Pandi
:: Ibagué
:: Cartago
:: Buga
:: Popayan
:: Purace
:: Almaguer
:: Pasto
Más información
 


Río Grande, Magdalena


El champán del Magdalena
Mark Edward Walhouse


Escena ribereña del Magdalena y estudio de cocoteros
Mark Edward Walhouse

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MAPA DEL RÌO MAGDALENA

Yo permití al señor Mutis hacer una sola copia de mi mapa en Santa Fé. Parece que el señor Cabrer hizo una copa para el Virrey Mendinueta, y que otra copia le fue enviada a Cartagena al señor Pombo. El señor Mendinueta me contó en la Habana (marzo de 1804) que había enviado a la Corte, con grandes elogios, mi Memoria sobre Zipaquirá y que había hablado sobre mi mapa del río. Negó haber enviado una copa a Madrid; en Cartagena dicen que lo hizo. Lo cierto es que él vio una Orden del Rey hacia fines de 1803, que sabiendo que el Barón de Humbolt había levantado planos del Reino de la Nueva Granada, su Majestad quería saber si tales mapas eran exactos o no. (La idea del plano de todo el Reino probaría que no se conocía mi mapa). El Ingeniero mayor de Cartagena hizo saber que sin haber visto el mapa y el río no podía juzgar. Y se encargó (enero 1804) a un ingeniero (catalán) Talledo, muy ignorante y hablador, se dice, para que examinan mi mapa y el río, acompañado de un piloto de la expedición del señor Fidalgo (quien debía encargarse de las observaciones astronómicas). El señor Cabrer los vio en Honda y le dijeron que mis observaciones astronomicas eran acertadas, pero que las curvas del río eran a menudo falsas. El señor Cabrer les hizo notar que sí convenían en la exactitud de las posiciones astronómicas la curvatura general del río, debía ser correcta, que en mi mapa no se trataba de esos detalles. Además, agrego yo, estando dividido el río en varios brazos que cambian de dirección y no siendo las dos riberas paralelas, dudo que el señor Talledo haya podido hacerlo mejor a no ser que se hubiera quedado 6 u 8 meses. El señor Cabrer observa también que el señor Talledo y el piloto no tenían cronometro. ¿Cómo calcularon las longitudes? ¡El tiempo les permitió tomar las distancias del Sol a la Luna y esas distancias no darían sino aproximadamente la diferencia de longitud entre Honda y Cartagena! 

El señor Luis de Rieux me escribe desde Honda el 19 de febrero de 1804 que el piloto usaba un horizonte artificial que construyó en Cartagena (sin duda con mercurio y un “tort” de vidrio!) y que el señor Talledo decía: 1) que la situación de los diferentes lugares está mal determinada (diferentes?, no lo dudo, ¿pero de cuánto es el error? y observando las estrellas, ¿calculó el piloto rigurosamente las declinaciones?, ¿se encuentran diferencias en los lugares en que yo observé?, porque es probable que las tormentas no permitieron a estos señores observar el paso de las estrellas en los mismos sitios que yo. 2) Que el canal que propuse en Carera es impracticable (por qué?), en el sitio donde lo propuse, que el gasto excedería en mucho mis cálculos (que se lea lo que dije en el mapa, no se trata sino de distancias, ni una palabra de costos), que hay que hacer el canal en la ribera oriental (entonces el señor Talledo adopta la idea de un canal del cual nadie habló en Santa Fé antes que yo, pero frente a la Aduana sería muy incómodo a menos que se sitúen las casas al este y además habría que atravesar el río para ir a Peñones!). Mi mapa fue hecho de prisa, mientras me ocupaba de Botánica, de Anatomía comparada, en una estación en que las lluvias impedían multiplicar las observaciones astronómicas. Yo se que los detalles son correctos, las laderas más pequeñas están indicadas; es el primer mapa que se ha hecho de este río, a pesar de tantos ingenieros que lo han recorrido desde hace 800 años. Tengo la desgracia de ser extranjero.

 
Lo seré de todas maneras aun siendo español, sino soy de la misma provincia que mi juez. Por más exacto que yo crea mi trabajo, siempre será juzgado malo, porque es hecho por un Prusiano. Además, mi mapa no es sino un primer ensayo (1) que sin duda se puede rectificar. Es muy fácil agregar a lo que está hecho, más fácil aún hacer pasar una copia por un original. . . Pero lo que me sorprende es que el mismo gobierno no haya tenido la confianza de pedirme mi mapa; debió imaginarse que las copias hechas furtivamente no podían ser muy exactas, sobre todo copias de copias. Además la palabra Primer Esbozo, que agregué al mapa que dibuje rápidamente en Santa Fé, ¿no indica suficientemente que mis cálculos no estaban terminados? ¿Qué yo mismo corregiría el trabajo? (2). En los Anales de Ciencias Naturales tuvieron la ocurrencia de publicar mi perfil del camino de Cartagena a Santa Fé, también según copias de copias muy falsas! De esta manera se dispone de mi propiedad, y mientras tanto continúo comunicado lo que se me pide. ¡Más vale sufrir semejantes sinsabores que hacer mal a las ciencias por causa de Virreyes desconfiados! En la Habana vi (marzo 1804) varios apartamentos adornados con un mapa de la Isla de Cuba basado en las observaciones astronómicas de don Tomás Ugarte y del Barón de Humboldt (Sic), viajero prusiano. Esto también es mío, se envió a Madrid y aparece en las Novelas Geográficas del señor López.


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