Vida de Humboldt
Extractos de sus diarios

Índice

- Fin del viaje de Cuba hacía la Colombia de hoy
- Puerto de Cartagena
- Estadía en Cartagena y Turbaco
- Viaje a Turbaco
- Volcanes de aire de Turbaco
- Viaje por el río de la Magdalena (hasta Mompox)
- Sobre los Bogas y Remeros
- Llegada a Mompox
- De Mompox a Honda
- Experiencias sobre la respiración del Cocodrilo
- Comercio en el Río Magdalena
- Mapa del río de la Magdalena
- Arribo a Honda
- De Honda a Santa Fe
- Arribo a Santa Fe
- Descubrimiento de la Quina cerca de Santa Fe
- Cerveza de Quina
- Educación en Santa Fe
- Ciudad de Santa Fe
- Viaje al Cerro de Guadalupe cerca de Santa Fe
- Viaje a Monserrate cerca de Santa Fe
- Materiales para conformar el plano topográfico de la Sabana de Bogotá
- Viaje por el Meta desde Carichana hasta Santa Fe
- Viaje a Zipaquirá y a la Laguna de Guatavita
- Viaje al Salto del Tequendama
- Viaje de Santa Fe a Popayán
- Estadía en Pandi y camino a Ibagué
- Ibagué
- Medición del Tolima
- Volcán de Puracé
- Materiales para hacer el plano de Popayán
- Viaje al Volcán de Puracé y la tetilla de Julumito
- Viaje de Popayán a Almaguer
- Chocó
- Entrada a Santa Fe
- Viaje por la cordillera de los Andes
- Santa Ana
- Sobre el barniz de Pasto
- Volcán de Pasto
- Vegetación Ideas
- Viaje de Pasto a Quito

 

Viaje por el Meta desde Carichana hasta Santa Fe

ADDENDA ET CORRIGENDA

Viaje por el Meta desde Carichana hasta Santa Fé. Por el Meta hay una vía, corriente arriba, hasta la boca del Río Cravo, al occidente de Macuco; desde esta, corriente arriba, hasta Garcita, donde el Cravo se llama río Tocaria; desde Puerto Garcita, al pie de la montaña de Morocote, por tierra hasta Santa Fé. Pero hay otros caminos mas incómodos, si se continúa navegando por el Meta corriente arriba. Pág. 116. 65. 70.

Cuando el Orinoco está crecido, hace retroceder a muchos ríos, por ejemplo, en la boca de Arauca se navega entonces de 5 a 6 leguas río arriba, con corriente favorable.

Un fenómeno muy singular es la música de las rocas en el Orinoco. Donde grandes partes de la tierra sobresalen 2.000.000 y más toesas cuadradas, en forma de una llanura granítica (desprovista de plantas y de tierra); allí se escucha por la noche una música subterránea. Música de Lachas, esa música nunca se eleva antes del ocaso; por lo general apenas a las 10 u 11 de la noche, tonos sordos, lastimeros, a menudo agradablemente sibilantes.

Se puede pensar fácilmente a qué leyendas de aventuras y fantasías ha dado lugar esta música entre los indios y monjes. Como ambos durmieron con tanta frecuencia sobre estas rocas, por ello se tiene conocimiento exacto del lugar donde la música se escucha con mayor frecuencia. Así es señalada la boca de Meta, frente a la isla rocosa (Piedra paciensa), la pared rocosa en el puerto de Carichana, a causa de la música. En estos lugares hay grietas abiertas. No será aire que se dilata cuando se enfría de noche el aire exterior de la atmósfera. Quién no piensa aquí en la estatua de Memnon.

Tabaco. Guajiros salvajes simplemente lo comen. Otomacos salvajes, inclusive las mujeres, lo fuman.

Por lo demás, entre la población indígena del Orinoco, el fumar tabaco no es muy común. Cómo cambian las gentes en una generación. El Sirenio de los maravitanos en Ríonegro, comía muchachas a las que cebaba en la cueva llamada por los espa­ñoles Glorieta de Cocuy. El hijo del actual Capitán Fidel, con quién hablé frecuentemente, es un hombre bonachón y suave. Su madre vive aún, una mujer vieja, malgeniada y fea, que aún tiene una influencia principesca sobre los indios. Una vez, cuando San Carlos estaba sublevado a causa de unas danzas demoniacas y conjuraciones, todos estaban enfurecidos, y ni siquiera los soldados se creían seguros, entonces habló esta vieja mujer 8 palabras y todo se tranquilizó. Así de despóticamente gobiernan los príncipes indígenas (Electores), cuando se han hecho famosos por sus hazañas y por su valentía, como Cocuy durante 30 o 40 años.

En el Caño de Tortuga junto a Puruací una Lacerta con 2 patas y un animal cuadrúpedo desconocido, trigrito de agua, manchado como los tigres, grande como un perro pastor, y que ataca saltando fuera del agua, a los caminantes. Así, según la leyenda popular en Uruaná. Ciertamente que se encuentran extraños pelos de tigre en él lodo, en la tierra margosa que se excava en el Caño de Tortuga. Un italiano, Felipe Gili, navegó el Orinoco (como jesuita) y lo describió. ¿Dónde? y ¿Cuándo?

Sobre las inscripciones (verdaderas letras y jeroglíficos) de una nación extinguida de indios desconocidos, véase mi manuscrito de la Habana; estas se encuentran a gran distancia una de otra, una señal de lo muy extendido de aquella nación artística que cubría todas las rocas con jeroglíficos, en Uruaná, en Piedra Pintada junto a Capuchino y en Casiquiare junto a Piedra la Cruz, más arriba de Capivari, lo mismo que en Panumaná. Los jeroglíficos representan: tigres, cocodrilos, Sol, Luna, estrellas, utensilios caseros tales como moletas, el tejido de mimbre (saco) para exprimir el yare del casave. Tales inscripciones en la provincia de Popayán, en el Páramo de Guanacas, están precisamente allí donde las piedras están llenas de jeroglíficos (*).

En Erevato y en la parte superior del Caura cunden en Marzo monstruosas serpientes de agua (boa), en Guayana vimos pieles de 38 pies de par. de largo, en la laguna, con la cola en el agua. De noche el ruido iguala al trueno. Los indios afirman que esto significa un año muy húmedo y fructífero.

CAMINO

Camino. (Viaje a Lima. p. 414)

Los indios son los únicos geógrafos de las Indias. A fuerza de correr y abrir caminos se forman claras sobre la situación y aún sobre la distancia de los lugares. Comprenden muy fácilmente las líneas que uno traza en el suelo, cuando se tiene cuidado de colocarlas en su verdadera situación con respecto a los puntos de salida y puesta del sol, puntos que observan en forma muy rigurosa. Dan nom­bres a una veintena de caños que entran en un río y tienen una memoria geográfica prodigiosa. Gracias a ellos me fue muy fácil hacer el mapa del Orinoco. No son casi misteriosos donde desconocen la tiranía de los blancos. La desconfianza y el misterio no se conocen en Casiquiari y Tuamini. Pero cuántas dificultades para formarse una idea sobre el nombre y la situación de lugares en donde los indios han sido exterminados o embrutecidos por el comercio con los españoles. Estos desconfían de cualquier mapa impreso y, cualquier persona, sin tener ni idea, se pone a hacer mapas. Todo lo que he visto y lo que se guarda misteriosamente en las Secretarias y Obispados es mil veces peor que los mapas de D’Anville y de Bonne. Cuando en estos los errores son de 7 a 8 leguas, los mapas manuscritos tienen de 20 a 30 leguas de error.

Quién lo creyera... Desde hace un siglo o mejor, desde la conquista y puesto que los conquistadores vinieron por Vélez, se ha creído que el camino de Cartagena a Santa Fé, por Honda, es demasiado largo y que el más corto sería desde la boca del Opón a Vélez. El hecho es que Santa Fé está a 36’ de arco al sur de Honda, que esta capital está casi alineada, nortesur, con Garrapatas y que al ir por Honda, además de los inmensos riesgos de la navegación, se va 20 leguas demasiado al occidente. En un país en donde nadie se toma el trabajo de formarse ideas claras sobre nada, se comienza a abrir el camino por el Opón sin elaborar otro diferente de un plano en el que se coloca Honda al sur-sureste de la boca del Opón y Santa Fé a 10 leguas al norte de Honda, porque sin esto seria inconcebible considerar más corto el nuevo camino. Y este plano, inserto en los Autos, es la base de este trabajo tan dispendioso como lento; y esto es un país en donde si se pregunta en Santa Fé de qué lado queda Honda, cualquier niño señala al norte o la boca del monte, el Roble... ¿Quién lo creyera?

A medida que los indios se educan, y que menos los hay, se tiene más dificultad en saber el nombre de los lugares al levantar un plano. En México las más altas montañas no tienen nombre.