La caricatura en Colombia a partir de la independencia

Espacio VIII
Los zancuditos: La herencia de Greñas

Las leyes de imprenta recién creadas (artículo K) que permitían la destrucción de las imprentas y el destierro de periodistas, le arrebataron al territorio colombiano a Greñas, su mejor caricaturista. Sin embargo, “los grabados”, como se denominaban las caricaturas en la Ley 157 del 12 de diciembre de 1896, podían salir sin firma porque el dueño del periódico o de la imprenta era el responsable ante el Gobierno, pero en otros casos “publicaciones ofensivas de carácter personal en hojas sueltas, remitidas o comunicadas, deberán llevar la firma del autor”4. La caricatura política en Colombia se había consolidado completamente en los inicios de la década de 1890. Había un desarrollo de la técnica de la xilografía. Cuando Antonio Rodríguez, director de la Escuela de Grabado murió en marzo de 1898, El Mago sacó la siguiente

nota: “Vino Rodríguez de Europa traído por el progresista Alberto Urdaneta, como colaborador artístico del Papel Periódico Ilustrado, en cuyas páginas vive el nombre del que introdujo el grabado en madera entre nosotros; a Rodríguez se le debe el progreso en este arte. Luego se dedicó a enseñar este importante ramo de las bellas artes y él formó grabadores como Peregrino Rivera, Greñas, Gaitán, Prieto, Talero y otros que adornan diariamente nuestros periódicos y libros...”5. En 1897 aparecieron Mefistófeles y El Mago.

4. “Ley 157 del 12 de diciembre de 1896”, en: El Mago, n.º 1, Bogotá, diciembre 4 de 1897.
5. El Mago, n.º 13, Bogotá, marzo 6 de 1898.

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